Para que nuestro jardín crezca sano, fuerte y bonito debemos mantenerlo y brindarle los cuidados adecuados.
Entre los problemas más comunes que pueden ocasionar daños y estropear nuestro jardín está el crecimiento de malas hierbas.
Las malas hierbas crecen de forma rápida y mucho antes que el resto de plantas del jardín más común a principios de la primavera.
Se las denomina “malas” porque en el lugar donde crecen no sólo compiten por los nutrientes y humedad con el resto de plantas sino que según su tamaño puede arrojar sombra y albergar microorganismos que propaguen enfermedades en el huerto o jardín.
La clave está en identificarlas para atajar el problema lo antes posible y así llevar un control para que no se extiendan ni vuelvan a crecer.
Hoy te traemos algunos trucos caseros para eliminarlas.
Es el método más sencillo y recurrido para eliminar las malas hierbas.
Con la ayuda de una pala de jardinería las desenterramos. Por lo general tienen raíces poco profundas.
Si se trata de hierbas perennes de ciclo de vida amplio, como las correhuelas y ortigas, tendremos que cavar más profundamente para asegurarnos de arrancar toda la raíz, ya que cualquier trozo que quede servirá para que la maleza vuelva a crecer.
Como su nombre indica, las plantas perennes son muy resistentes y crecen en cuanto las condiciones ambientales son favorables, por lo que su control y eliminación ha de ser continuo.
Si buscas un herbicida casero muy potente, económico y simple de realizar, hervimos agua y la tiramos por encima de la hierba mala que queramos eliminar.
Cuidado con rociar otras plantas o vegetales del jardín porque podría dañarlos.
La sal es una gran alidada para el control de la maleza en nuestros jardines.
Solo tenemos que rociar un poco de sal en la superficie donde suelen aparecer malas hierbas para que éstas no vuelvan a salir jamás.
Esta es la solución ideal si no queremos que vuelvan a crecer estas plantas en nuestro jardín.
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