Transformar las Pascuas en alegría: la historia de “Mi Casita Chocolate” y el huevo gigante mendocino

Por Maida Narvaez

Semana Santa es una fecha que despierta muchos sentimiento entre los miles de mendocinos. La celebración que gira en torno a una fecha de la religión católica, con el pasar de los años ha ganado una tradición: regalar huevos de pascuas hechos de chocolate. Si bien en Mendoza existen varios emprendimientos que se dedican a trabajar con esta materia prima, hay uno en particular que destaca por su solidaridad. El huevo de chocolate gigante que nació en Las Heras y pasó a ser una tradición en Mendoza, regalando alegría a los más chicos. Hoy la historia de "Mi Casita Chocolate Artesanal".

Viviana Mariana Valdiviezo es la mujer emprendedora detrás de “Mi Casita Chocolate Artesanal”. La mendocina habló con Canal 9 y contó que este proyecto fue un sueño que tuvo desde muy chica, ya que desde los 14 años trabaja con esta materia prima: el chocolate.  “Todo comenzó en mi casa, que es muy pequeñita y lo que ahora se ha convertido en mi taller de chocolate, pero siempre que me preguntaban donde trabajaba yo contestaba que en mi casita porque era muy pequeña”, recordó Viviana acerca de como surgió el nombre de su emprendimiento.

Si bien comenzó a producir diferentes productos de chocolates para eventos particulares o días especiales, como el día de la madre o pascuas, seguía dedicándose a su otra profesión, ser docente, pero un día se dio cuenta cual era su verdadera pasión y decidió arriesgarlo todo. “Un días dije: Amo esto, me voy a especializar en ser chocolatera y así fue como hace más de 30 años que me dedico a esto”.

A la hora de hablar de los desafíos que ha atravesado en estos 30 años de carrera, no pierde la pasión que la caracteriza, si bien dice que han sido muchos, no ha perdido la esperanza. “Enfrente muchos desafíos, principalemnte económicos porque antes no se contaba con mucho dinero para emprender, yo estudiaba y también trabajaba. El dejar mi carrera de docente para dedicarme nada más que al chocolate, ya era todo un desafío, el mas grande diría porque de algo seguro yo pasaba a un emprendimeinto que no sabía si iba a funcionar, pero gracias a dios no me arrepiento”.

Viviana se define como autodidacta y creativa, una persona que le gusta trabajar de manera artesanal “creo que la diferencia que hace mi casita respecto  a las fabricas industriales es mantener la esencia de lo artesanal, ya que aca solamente trabajan las manos”.

Transformar la pasión en solidaridad como historia de vida

“El huevo grande surgió porque cuando yo era chiquita pasaba por una vidriera de una chocolatería muy grande en Mendoza y veía un huevo  de gignates dimensones. Yo como niña chica quería ese huevo, estaba intrigada de que tenía adentro”, comentó sobre el inicio de lo que años más tarde se convertiría en una gran movida solidaria.

“Años más tarde comencé con que quería hacer un huevo de pascuas grande porque dechica me fascinaba quedarme viendo eso en la vidriera pensé que a todos los chicos ahora les pasaba lo mismo”, recuerda sobre aquella primera vez en 2011 cuando decidió comenzar  con este nuevo desafío. 

“En aquel entonces no se conseguían moldes tan grandes por lo que lo tuvimso que mandar a hacer con unas personas que se dedicaban a hacer escenografía y gigantografías. Nos hcieron un molde gigante y fue el primero que hicismo, peso aproximadamente 40 kilos”, recuerda la chocolatera.

“Fue un gran desafío, teníamos mucha incertidumbre, no sabíamos si iba a desmoldar, pero salió todo bien y ahí nació esta tradición. Lo sacamos a la calle, lo partimos, lo compartimos, los niños se ponían felices de verlo”.

De repente, cada año, antes de romper el huevo, se armó una especie de festival entre los presentes. Juegos, música y alegría comenzaron a ser las características que envolvían los momentos previos a romper el huevo gigante de chocolate.

Ya lleva 14 años haciendo esto, año tras año para pascuas, su huevo gigante se ha vuelto una tradición que nadie se quiere perder. Sin embargo, este acontecimiento no solo ha conocido las afueras del taller donde es producido, sino que ha sido trasladado a diferentes departamentos de la provincia.  “Un año fue a Lavalle, a Asunción, una comunidad Huarpe que hay allá y otros años se ha roto en distintas ferias de artesanos”.

Esa es la historia del huevo de pascuas mendocino gigante, que año tras año acompaña y saca un montón de sonrisas no solamente a los más pequeños. “La gente lo recibe contenta, alegre, todos quieren un pedacito, se junta mucha gente, alrededor de 600 personas”.

Sin embargo, este año, debido al contexto inflacionario que envuelve a la Argentina, los emprendimientos y Pymes son de los más afectados. Es por eso que Viviana se lamentó que en estas pascuas no pueda hacer un huevo gigante para compartir con los vecinos del barrio. “Este año no hemos podido hacer un huevo para compartir, ya que está muy difícil. El que hemos realizado ha sido por la Municipalidad de Luján que donó los materiales para que este año sea trasladado para ese departamento”.

En estas pascuas, el huevo se va a romper en el Parque Ferri el 9 de abril a partir de las 18 obviamente están todo invitados a compartir este momento. “Es todo un acontecimiento que a nivel personal me deja muy feliz”.