Este miércoles, los familiares de las víctimas de abuso que sucedieron en el instituto Próvolo repudieron la liberación de Graciela Pascual ex apoderada del Instituto Antonio Próvolo y mano derecha del cura Nicola Corradi, está imputada por los delitos de participación primaria y omisión de los abusos a niños hipoacúsicos.
Eduardo Martearena, Diego Lusverti y Ariel Spektor explicaron su decisión y señalaron: "la decisión se tomó en función de los parámetros que dispone la ley".
En este sentido, Lusverti señaló que "no ha sido interpretación antojadiza, arbitraria ni ridícula. Es lo que establece la ley, que es muy clara en cuanto al cumplimiento de los plazos. Los plazos tienen tope y se determinan en función de una necesidad concreta. En este caso la necesidad era un plazo procesal, ese plazo que le dimos era sobradamente holgado".
"Todos los ciudadanos, hasta el acusado del crimen más perverso, tienen derecho a que se le aplique la ley, no Justicia de pasillo ni interpretación arbitraria", agregó.
“La prisión domiciliaria había sido otorgada por otro tribunal. O sea que ni siquiera nosotros habíamos hecho ese acto previo", señaló Martearena, quien descartó que existieran presiones de la Iglesia por este caso. En este sentido, recordó que "nunca" juró por cuestiones religiosas cuando asumió en distintos cargos. "Entonces no pueden decir eso de la Iglesia", manifestó.
Por otra parte, Lusverti acusó a la querella de utilizar "un mecanismo extorsivo al colocar al juez en tela de juicio". Y manifestó que "no tienen pruebas, hablan de sospechas, de Justicia de pasillos, de que representamos los intereses de la Iglesia pero son todas acusaciones absolutamente falsas".
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