El fin de semana es Navidad y ya están todas las personas pensando en cómo va a ser la celebración. Generalmente ya está decidido con quiénes se la va a pasar y dónde. Para quienes tengan que llevar el postre, aquí la recta de un clásico que enamora a quien lo come y es muy fácil de hacer.
Se llama Pavlova en honor a la bailarina de ballet Anna Pavlova. Según escribe el biógrafo de la bailarina, cuando ésta se encontraba en su gira mundial de 1926, durante su estadía en Nueva Zelanda, el chef del hotel donde Ana Pavlova se hospedaba inventó este postre para sorprender a la bailarina.
5 claras de huevo
250 gramos de azúcar
2 cucharadas de fécula de maíz
1 cucharadita de vinagre blanco
1 cucharadita de vainilla líquida
190 gramos de queso crema
1/4 tazas de azúcar impalpable
1 cucharada de ralladura de limón amarillo
1/2 tazas de mermelada de frutos rojos
3 tazas de frutas a elección
Menta para decorar
Precalienta el horno a 130°C.
Bate las claras de huevo a punto nieve, agrega el azúcar poco a poco, hasta integrar. Añade la fécula de maíz, bate por 3 minutos más, agrega el vinagre blanco y la esencia de vainilla.
Colocar el merengue dividido en dos en una placa con papel manteca. Hornea por 1 hora o hasta que el merengue esté crujiente por fuera.
Para el relleno, bate el queso crema con el azúcar impalpable, y la ralladura de limón hasta que esté cremoso. Reserva.
Coloca el relleno sobre una base de merengue, agrega la mermelada, los frutos rojos, y cubre con el otro merengue. Decora con más crema, mermelada, fruta y menta fresca.
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