La mujer que engañó a su ex pareja sobre la paternidad de su hijo deberá indemnizarlo con 200 mil pesos, según lo dispuso la Justicia de Olavarría. La demandada ocultó durante años que el niño era fruto de una relación ocasional con su ex novio, y solo se descubrió la verdad cuando el demandante solicitó un estudio de histocompatibilidad, que reveló que no era el padre biológico del menor.
El demandante y la demandada se conocieron en 2002 y mantuvieron una relación sin compromiso, ya que ella seguía viendo a su ex novio cada tanto. En noviembre de ese año, ella le quedó embarazada, le dijo que era suyo y se fueron a vivir juntos.
Apenas nació el bebé la pareja se separó y durante años él creyó ser el padre biológico del menor hasta que en un momento comenzó a dudar y presentó una demanda de impugnación de filiación. El estudio de ADN ordenado por la Justicia confirmó sus sospechas y lo liberó de toda responsabilidad parental. Luego, inició una demanda por daño moral y lesión al honor, alegando que la demandada le hizo perder su trabajo por los escándalos frecuentes que le hacía.
La Justicia le dio la razón al demandante y condenó a la demandada a pagarle una indemnización de 200 mil pesos por daño extrapatrimonial, más intereses desde la fecha del hecho pese a que él le reclamaba 4,5 millones de pesos. El fallo consideró que la conducta de la demandada fue antijurídica, dolosa y contraria a la buena fe y a la confianza, y que afectó gravemente al demandante en su dignidad, su proyecto de vida y su salud psíquica.
En febrero de este año se conoció la historia de una mujer de Córdoba que quedó procesada por los delitos de supresión de identidad y falsedad ideológica luego de, presumiblemente, adulterara las pruebas de ADN para que su ex se haga cargo de un hijo que no era suyo.
Un hombre de Jesús María sospechó que el bebé que su ex pareja había dado a luz no era hijo suyo y se sometieron a una prueba de ADN. El resultado arrojó que, efectivamente, no era el padre.
La mujer dijo que era imposible, que seguro había un error y solicitó otro ADN.
Hicieron un nuevo análisis en Colonia Caroya con muestras de sangre. Pasaron unos días y la mujer lo llamó para informarle que el genetista le había transmitido que era el padre del pequeño.
El hombre lo anotó con su apellido en el Registro Civil de la localidad de Sinsacate poco más de 30 días después del nacimiento.
Sin embargo, transcurrida una semana, ella le confesó que el estudio de ADN había sido adulterado. El hombre decidió impugnar la paternidad y, en 2018, el Juzgado de Control, Niñez, Juventud y Penal Juvenil y Faltas de Jesús María hizo lugar a la impugnación.
La causa fue sobreseída en 2020, pero esta semana la Sala B de la Cámara Federal de Córdoba revocó la decisión, por lo que confirmó el fiscal de la causa, Maximiliano Hairabedian. La mujer está procesada por presunta “adulteración de un estudio de ADN” y por el delito, podría ser condenada hasta 10 años de prisión.
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