La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) ofrece una variedad de beneficios para los jubilados, y entre ellos se encuentra la pensión por fallecimiento.
Este beneficio económico está diseñado para brindar apoyo financiero a los familiares de un jubilado fallecido, asegurando que no queden desprotegidos tras su pérdida.
La pensión por fallecimiento es un beneficio económico destinado a los familiares directos de un jubilado fallecido.
Su propósito es proporcionar un ingreso que permita a los dependientes mantener cierta estabilidad financiera.
En muchos casos, la pensión puede alcanzar hasta el 70% del monto de la jubilación que recibía el fallecido, aunque este porcentaje puede variar según la situación particular.
Para acceder a este beneficio, los familiares deben demostrar que eran dependientes económicos de la persona fallecida.
Los solicitantes elegibles incluyen:
Si formás parte de alguno de los siguientes grupos, podés solicitar este beneficio, teniendo en cuenta que el trámite puede iniciarse dentro de los 10 días hábiles posteriores al fallecimiento:
Para tramitar la pensión por fallecimiento, es importante reunir y presentar la siguiente documentación:
Si el fallecido estaba jubilado por moratoria (Ley 24.476) y quedaban cuotas pendientes, será necesario presentar el Formulario de Aceptación de Descuento de Cuotas de Moratoria.
Testimonio de tutoría o curatela, ya sea transitoria o definitiva, con la aceptación del cargo y la autorización para cobrar los haberes correspondientes.
En los casos en que la persona fallecida no haya cumplido con todos los requisitos necesarios para obtener una jubilación completa, los familiares pueden recibir una pensión provisional o una compensación económica basada en los aportes que el fallecido había realizado durante su vida laboral.