Una cuenta de TikTok compartió un video desde el interior de la cárcel de Cacheuta de algunas reclusas pasando el tiempo.
Un nuevo video publicado en TikTok desde el interior del penal de Cacheuta, en Mendoza, volvió a encender el debate sobre el uso de celulares en contextos de encierro. En las imágenes, se observa a un grupo de internas bailando y escuchando música en uno de los sectores comunes del establecimiento penitenciario.
El contenido fue compartido a través de una cuenta de TikTok que ya ha publicado anteriormente escenas de la vida cotidiana dentro de la cárcel mendocina. En el video se puede ver a las mujeres adentro del penal bailando con un parlante arriba de una de las mesas.
@ritagallardo42
En más de una oportunidad han subido videos bailando dentro de las celdas, compartiendo y pasando el rato en los espacios comunes y contando algunas “curiosidades” de la estadía.
@ritagallardo42
La publicación se viralizó rápidamente en redes sociales, superando las 100 mil reproducciones en pocas horas. El material generó controversia al coincidir con el retorno de los operativos de requisa y secuestro de celulares por parte del Servicio Penitenciario de Mendoza, que intenta limitar las comunicaciones no autorizadas desde los penales.

Mendoza refuerza los operativos para secuestrar celulares en las cárceles y limitar comunicaciones no autorizadas
Con aval judicial, el Gobierno de Mendoza reactivó los controles penitenciarios para el secuestro de celulares en las cárceles provinciales, con el objetivo de reforzar la seguridad interna y frenar las comunicaciones clandestinas. La medida fue habilitada por el juez Juan Manuel Pina, quien dio marcha atrás con el habeas corpus colectivo que había suspendido los operativos, promovido por su par Sebastián Sarmiento, hoy apartado de la causa.
Con esta resolución, el Servicio Penitenciario de Mendoza retomó el protocolo que prohíbe el uso de teléfonos móviles en contexto de encierro, conforme lo dictado por la Suprema Corte de Justicia de la provincia. La normativa establece que, tras finalizar la etapa de entrega voluntaria, cualquier interno que sea encontrado con un celular será sancionado disciplinariamente.
De acuerdo con cifras oficiales, todavía hay más de 2.000 celulares activos dentro del sistema penitenciario mendocino, aunque esa cantidad viene en descenso por efecto de los controles. El plan busca reducir las comunicaciones delictivas desde los penales, una problemática creciente en todo el país.
Desde el Ministerio de Seguridad y Justicia, a cargo de Mercedes Rus, aseguraron que los internos cuentan con alternativas reguladas de contacto con sus familiares, como visitas semanales, líneas telefónicas fijas instaladas en las unidades penitenciarias y un sistema de videollamadas supervisadas.
En paralelo, se avanza con la colocación de 42 teléfonos anti vandálicos en los penales de Boulogne Sur Mer y San Felipe, a los que se sumarán otros 68 aparatos destinados a las cárceles de Almafuerte I y II, San Rafael y El Cerrito. Estos dispositivos permiten llamadas controladas, con un aviso automático que informa que la comunicación proviene de un establecimiento carcelario.
Las videollamadas están habilitadas únicamente en días hábiles y horarios administrativos, requieren autorización previa y, aunque no son grabadas ni monitoreadas en tiempo real, quedan registradas en el sistema con los datos del destinatario. Además, se mantiene una línea de emergencia para situaciones familiares críticas, como enfermedades graves o fallecimientos, limitada a contactos previamente autorizados.