La triste historia de Catt Gallinger, la modelo canadiense de 24 años confirmó que tatuarse los ojos no es una buena idea ya que puede tener consecuencias irreversibles. Esta modelo, que se sometió al procedimiento hace un mes, no duda al decir que se arrepiente de haberlo hecho.
Luego de la operación, la modelo le explicó al diario The Sun, que su ojo empezó pronto a supurar líquido morado. Empezó a usar medicación y asumió que la reacción era normal. Cuando llegó la inflamación y la visión se le empezó a nublar, Gallinger se asustó y fue al hospital.
A pesar de haberla atiborrado con antibióticos y esteroides durante semanas, los médicos no creen que vaya a recuperar la visión del ojo tatuado.
Catt hizo en su Facebook una publicación explicando su experiencia para advertir a la gente y que otros no cometan el mismo error que ella cometió. "Por favor, tengan cuidado de quién hace sus modificaciones corporales, indaguen", escribió y remató con dolor: "No quiero que esto le pase a nadie más".
Cada día, Catt comparte en su muro actualizaciones para que las personas que siguen su historia puedan saber cómo progresa la situación. De momento, el pronóstico no es demasiado bueno, y su única posibilidad reside en pasar por quirófano.
Los médicos le explicaron que es imposible saber cuáles serán las consecuencias a largo plazo para las personas que han decidido tatuarse los globos oculares. Puede que, aunque ahora no estén sufriendo ninguna consecuencia negativa, en unos años la tinta pueda desplazarse y afectar a otras zonas del ojo.
Quedarse ciego es la consecuencia más evidente, pero podría haber otras que no estamos ni tan siquiera considerando. Se trata de un tipo de modificación corporal minoritaria, por lo que es probable que tarde bastante tiempo en estudiarse en profundidad.
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