Truco casero: ¿cómo y cuándo trasplantar un cactus?

Aunque no requieren de muchos cuidados ni de riego constante, los cactus necesitan de atención para que crezcan sanos y fuertes.

Entre las tareas que tenemos que realizar cada cierto tiempo está la de trasplantar.

Los cactus van creciendo hasta que llega un momento en el que la maceta se les queda pequeña. Es entonces cuando necesitan que los cambiemos a una más grande.

Una de las ventajas de trasplantarlos es que podemos cambiarles la tierra por una con más nutrientes, lo que le vendrá muy bien a la planta.

Te traemos todo lo que necesitás saber para trasplantarlos.

¿Cuándo es el mejor momento para trasplantar los cactus?

Un cactus puede desarrollarse en la misma maceta durante un periodo de tiempo que varía entre los 2 o 3 años. Esto depende un poco de la especie, ya que hay cactus que crecen más despacio y otros que lo hacen más rápido.

La propia planta nos dirá cuándo ha llegado la hora de trasplantarla a una maceta más grande.

Cuando veamos que las raíces comienzan a asomarse por maceta, este será el momento de trasplantarlo.

Lo importante es evitar hacerlo durante el invierno, cuando el tiempo es frío y húmedo, ya que cualquier herida que podamos hacerle al cactus corre más riego de infección y de sufrir complicaciones.

¿Cómo trasplantarlo?

Lo primero que tenemos que hacer es extraer la planta de la maceta vieja con mucho cuidado de no dañarlo.

Importante: En todo momento tenemos que proteger nuestras manos con unos guantes gruesos de jardinería. No con guantes de tela porque son más delgados y no resistentes.

Ahuecamos la tierra con un cuchillo de forma que se despegue de la maceta y extraemos el cactus con mucho cuidado.

 Retiramos la tierra de las raíces muy despacio y revisamos que estén en buen estado. Si hay alguna raíz que está estropeada podemos cortarla con unas tijeras.

Antes de plantar el cactus en la nueva maceta, ponemos unas piedras en el fondo para favorecer el drenaje del exceso de agua de riego. Añadimos una capa de tierra.

Colocamos el cactus en el centro de la maceta y rellenamos con más tierra.

Tip: Dado que la mayoría de los cactus son muy sensibles al exceso de agua, no conviene regarlos cuando los hayamos trasplantados. Es mejor colocarlos al sol y esperar unos días antes de comenzar el riego para evitar correr el riesgo de que las raíces se pudran por la humedad.