Truco casero: ¿cómo limpiar los asientos del auto y dejarlos relucientes?

Toda limpieza es importante, incluyendo la del auto.

El interior del vehículo suele ser un escenario dónde se acumula la suciedad, sobre todo en los asientos. 

Ya sea si vamos solos, con acompañantes, mascotas o chicos, ese elemento suele ensuciarse y muchas veces, no le prestamos mucha atención.

En la búsqueda de mantener reluciente todo el automóvil, también tenemos que prestar atención a los asientos. 

Para evitar que la tapicería del vehículo se estropee o adquiera mal olor es necesario una limpieza frecuente, la cual podemos hacer nosotros mismos sin tener que gastar mucho dinero y tiempo.

Un auto limpio es más cómodo y también más seguro, sobre todo al tratarse de un espacio que usamos casi a diario y compartimos con otras personas

Existen varios trucos caseros y efectivos para limpiar los asientos del auto.

¿Cómo limpiar los asientos del auto?

Truco con agua y jabón

Con un cepillo, sacamos toda la mugre que los asientos puedan tener. De esta manera evitaremos que queden rastros de suciedad mientras los lavamos.

Llenamos un balde con agua fría y otro con agua caliente.

Al balde con agua caliente, le agregamos una cucharada de detergente común para lavarropas a fin de usarlo como limpiador del tapizado del auto. 

Utilizamos pequeñas cantidades para evitar generar mucha espuma.

Sumergimos una esponja en el balde de agua caliente y fregamos bien.

Estrujamos la esponja para evitar el exceso de agua en los asientos.

Sumergimos una toalla en el balde de agua fría. Una vez que los asientos se vean limpios y estén humedecidos de manera uniforme, usamos la toalla para quitar la suciedad y el exceso de detergente de la superficie del asiento.

Repetimos este proceso para un mejor resultado.

Consejo: no frotes con fuerza la esponja ni la toalla ya que podés decolorar el tapizado.

Una vez que hayamos terminado, abrimos las puertas para que el auto se ventile y el producto se evapore.

Truco con vinagre y bicarbonato de sodio

Otro truco muy efectivo es utilizar vinagre blanco y bicarbonato de sodio.

Para ello, en un bol mezclamos 1/2 taza de vinagre con 1/2 taza de agua.

Humedecemos un trapo en la mezcla y luego frotamos la zona afectada.

Después, aclaramos con otro paño humedecido solo en agua.

Por último, aplicamos el bicarbonato de sodio sobre la mancha y dejamos que actúe unos 15 minutos (absorberá la humedad y eliminará el mal olor).

Pasado este tiempo, retiramos con cuidado el bicarbonato y ¡listo!