El óxido es un gran enemigo si de limpieza se trata ya que se acumula en la mayoría de los utensilios y superficies del hogar.
Ya sea por el uso, el paso del tiempo, la humedad o el contacto con productos químicos, los objetos van perdiendo esa capa brillante.
Y por más que los lavemos muchas veces, no recuperan su brillo.
En vez de tirarlos o gastar en productos industriales, mejor probá con este sencillo remedio casero que va a dejar tus utensilios como nuevos.
- Detergente.
- Vinagre blanco.
- Bicarbonato de sodio.
- Cepillo.
Lo que primero tenemos que hacer es asegurarnos de hacer este truco casero en un área bien ventilada y protegida para evitar derrames debido a que los utensilios oxidados desprenden olores.
Para comenzar, le realizamos un cepillado inicial con detergente a cada uno de los utensilios a los que les queremos quitar el óxido.
Enjuagamos con agua tibia, secamos los instrumentos de cocina con un paño limpio y agregamos detergente junto a una cantidad generosa de bicarbonato y vinagre.
Tenemos que verificar que todas las zonas marcadas con óxido queden cubiertas.
Luego, cepillamos la zona oxidada hasta que el óxido se afloje.
Quizás necesitemos repetir el enjuague y la aplicación de los productos al menos dos veces, según la cantidad de óxido acumulado.
Una vez el óxido haya salido, hacemos un cepillado adicional para dejar brillantes los elementos que limpiamos. Para eso, le sacamos brillo con una esponja o un cepillo con cerdas más firmes.
Para evitar que el óxido aparezca, lo mejor es llevar a cabo un eventual mantenimiento cotidiano.
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