Una vez más, Mendoza es testigo de nuevas víctimas del llamado “enemigo silencioso”: el monóxido de carbono. Una mujer y tres menores de edad fueron encontrados en una vivienda de Guaymallén con una grave intoxicación. Debido a esto debieron ser internados.
Todo comenzó pasadas las 17:30 cuando ingresó un llamado al 911 alertando sobre 4 personas que se encontraban descompuestas en una vivienda ubicada en calle sargento Baigorria al 200 del departamento mendocino.
Inmediatamente, los efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar y constataron que se trataba de una mujer y de tres menores de edad, de los cuales uno se había desmayado y perdido la consciencia. De urgencia, los pequeños fueron trasladaos al Hospital Notti y la madre al Central para realizarse los estudios pertinentes.
Según información policial, las primeras pericias indicarían que el hecho se produjo por una fuga de gas en una estufa que era para conectarse a garrafa, pero que, sin embargo, había sido instalada a la red de gas natural.
El monóxido de carbono es un gas altamente nocivo que puede afectar la salud de personas de todas las edades. Se produce a raíz de una mala combustión al encender estufas, hornallas u otros artefactos utilizados principalmente para calefaccionar hogares o espacios cerrados, en especial si están mal ventilados. No tiene olor, color, sabor ni causa irritación en ojos ni nariz, por lo que muchas veces no se percibe su presencia.
Ingresa al organismo a través de la respiración. Al llegar a los pulmones, se propaga por el torrente sanguíneo dificultando la capacidad de transportar oxígeno, lo que afecta tanto al corazón como al cerebro de las personas y causa graves intoxicaciones e incluso la muerte.
El monóxido de carbono puede producirse cuando el gas (natural o de garrafa), el querosene, leña, alcohol o cualquier sustancia orgánica se quema de forma incompleta.
La absorción del monóxido de carbono y los síntomas resultantes dependen directamente de la concentración en el aire respirado, el tiempo de exposición y el grado de actividad de la persona.
El monóxido de carbono provoca dos tipos de intoxicación: la aguda, provocada por altas concentraciones, es mortal y no produce síntomas de advertencia significativa.
Y la crónica, que produce:
Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, retire a los afectados del ambiente contaminado hasta un lugar donde puedan respirar aire limpio y fresco, además de llamar al médico de inmediato.
Si es posible, procure abrir puertas y ventanas, así como apagar la fuente emisora de monóxido de carbono.