Es imposible caerle bien a todo el mundo, pero hay actitudes que todos tenemos, que nos alejan de las personas y son completamente evitables.
(Por Eva Rodríguez)
Nos guste o no, la verdad es que no podemos caer siempre bien a todo el mundo y esto es normal. El problema es cuando no somos conscientes de cuál es la actitud de que nos coloca en este lugar.
Vamos a identificar 3 comportamientos con los que tal vez te sientas identificado o identificada:
COMPORTAMIENTO 1: HACER DEMASIADAS PREGUNTAS
Cuando estamos en una conversación, hacer preguntas para que fluya la comunicación es muy bueno. Le da el mensaje a tu interlocutor de que estás interesado en el tema. Sin embargo, si las preguntas que haces son demasiadas y además no esperas y escuchas con atención la respuesta de la otra persona puede que la charla comience a sentirse como un interrogatorio.
Para que una conversación fluya es necesario que hay un buen balance entre preguntar, escuchar
y contar.
COMPORTAMIENTO 2: ESCONDER TUS EMOCIONES
Aunque no lo sepas, tu cerebro tiene un sistema de lectura de rostros de otras personas. Y sin que lo planifiques, tu mente está trabajando para reconocer reacciones, gestos y expresiones auténticas y falsas.
Todos los estudios que se han hecho al respecto muestran que las personas reaccionamos muchísimo mejor a una manifestación honesta de lo que sea que estás sintiendo que a una máscara que las oculta para intentar suprimirlas o mostrarse en control en una determinada situación.
Expresar tus emociones no significa que vas a lanzar irrespetuosamente lo que sea se cruza por tu mente. Esperá a encontrar un momento de tranquilidad, te sentás con esa persona y le explicás que es lo que sentiste cuando él o ella hizo lo que hizo. No guardes tus emociones porque estás destinado a explotar.
COMPORTAMIENTO 3: ACTUAR DEMASIADO BIEN
Cualquiera podría pensar que si actúa de la mejor forma posible tendrá más chances de caer bien. Esto no es correcto. Las personas que generan una primera impresión de ser demasiado entregadas, generosas y buena onda sin que las conozcamos se ganan el rechazo de los demás.
Estos comportamientos sin que haya una relación de confianza generan sospechas y enciende alarmas de que algo extraño podría venir luego de “tanta buena onda”.
Recordá que tu mente tiene muy fuertes mecanismos de alerta y defensa y es por esto que ganarse la confianza de alguien toma tiempo y dedicación. Sé naturaly no hagas más que aquello que auténticamente y de corazón querés hacer. No es necesario agradar a nadie a la fuerza. Si es necesario que vivas en coherencia con tu propia persona.