Una de las primeras medidas que comunicó Sergio Massa cuando asumió en el ministerio de Economía fue que para conservar el subsidio de la electricidad, el consumo no debe superar los 400 kilowatts, y para mantener el de gas, el uso debe ser inferior a 175 metros cúbicos por año. En aquellas localidades que no cuenten con gas natural por red el tope se incrementará a 550 kWh.
Con el objetivo de reducir el déficit fiscal, se quitará el subsidio. Desde septiembre, unas 270 mil casas perderán el subsidio al gas, y unas 400 mil el de la electricidad. En noviembre, unos 450 mil se quedarán sin beneficios en la tarifa de agua, pero esto no afecta a Mendoza.
Gabriela Cerruti explicó que la medida “no tiene la intención de recaudar más. Sino una vocación de empezar a ahorrar y a considerar que tanto el gas como la luz son bienes de difícil acceso en el mundo y que tenemos que cuidar, en el marco de la crisis climática en la cual estamos viviendo”.