Psicología

Test para parejas: ¿atraviesan una crisis o es el fin de la relación?

Si dudás de los motivos por los que aún permaneces en ese vínculo, si no sabés si es amor o costumbre, aquí te dejamos algunas claves que te van a ayudar a salir de esta encrucijada.

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Redacción ElNueve.com
26 de marzo de 2022 | 19:37

(Por Eva Rodríguez) 

Si tenés dudas si tu relación está llegando a su fin o solo estás atravesando una crisis, si dudás de los motivos por los que aún permanecés en ese vínculo, si dudás si es amor o costumbre, aquí te dejo algunas claves que te van a ayudar. 


1- Soledad acompañada 

Esto es preferir estar con alguien en lugar de estar solos para evitar sentirse vacíos. Algunas situaciones o preguntas que dan alerta de esto son: ¿El tiempo al lado de la persona que amás dejó de ser un disfrute y pasó a ser un tedio? Revisá si preferís pasas tiempo solo o sola, durmiendo, con otras personas, hasta trabajando, en lugar de ir al encuentro de esa persona.

También es normal que disminuyan los planes sociales, las actividades juntos, e incluso los proyectos. 

Encontrarnos con escenarios donde uno de los 2 o los 2 no quieren salir, se plantean ¿para qué hacemos lo que hacemos?, ya no nos divierten estos amigos, que fiaca me da arreglarme, mejor quedémonos en casa.

Aquí hay una salvedad: toda relación de larga data va a caer tarde o temprano en la rutina, es una etapa de estabilidad, de solidez y de estructura que se necesita para vivir tranquilos. Pero que haya rutina no es lo mismo que aburrimiento o falta de entusiasmo.

Ojo con el aburrimiento, porque que estés aburrido no siempre significa que es tu pareja quien te aburre. Puede ser que te esté aburriendo tu vida interior. Y eso nadie más que vos va a poder llenarlo.

Caer en la rutina y el desgaste de lo cotidiano es normal. Todas las parejas conviven con esta estructura de lo cotidiano. Incluso las parejas que viajan en aviones privados y pueden comprar cualquier cosa o cualquier aventura, eso también se transforma en una rutina. Entonces, la pregunta realmente es “¿Qué puedo aportar yo para que eso no ocurra?”. Porque si, por el contrario, vas a estar saltando de pareja en pareja buscando siempre los fuegos artificiales, te cuento que siempre vas a tener fuegos artificiales para nunca vas a llegar al final de la fiesta.

2- Indiferencia - Evitación 

“Cuando te da igual”. Esto se puede observar en casos de personas que se sobrecargan de trabajo, que buscan motivos por los que salir de casa, compras, mandados o trámites. O buscan excusas por las que llegar tarde a casa: reuniones, encuentros, emergencias.

Cuando comenzás a evitar compartir tiempo con tu pareja, incluso buscando actividades nuevas para estar ocupado y no tener que pasar tiempo en casa, es una forma de evadir. Cuando decís  “no tengo ganas”, son maneras de postergar lo impostergable, que es que algo no está bien en la dinámica de la pareja.

3- Indiferencia 

En las etapas finales de las parejas puede ocurrir que pierdas el interés por el otro: dónde está, qué está haciendo, si llegó bien, si necesita algo, cómo la fue con su proyecto especial.

Ponés a esa persona con la que deberías compartir tu cotidianidad y tus logros en un segundo plano. La otra persona casi de casualidad se entera que algo importante pasó.

Y no es excusa decir: es que el otro nunca pregunta. Este trabajo se tiene que hacer de a dos: preguntar y contar. Involucrar e involucrarse en la relación. Por supuesto, hay parejas más independientes que otras, que hablan menos o no están al tanto de cada detalle, es normal. Pero hay una gran diferencia entre la libertad y una pareja relajada y la total despreocupación y falta de contacto.

Chequeá si tu pareja es una prioridad y si estás en general atento/a a dónde y cómo está en su vida y en su interior.

4 - Mala comunicación 

Es real que la intensidad en la comunicación de las parejas disminuyó conforme va pasando la etapa del enamoramiento. Cuando antes te llamabas, escribías, esperabas para hablar con el otro 2, 3, 4 o 5 veces al día esto va a ir disminuyendo con el tiempo.

La frecuencia puede bajar, pero curiosamente lo que debería mantenerse, incluso fortalecerse es el interés genuino por saber como está el otro, profundizar en su vida, compartir experiencias y escuchar atentamente su estado.

Cuando la comunicación es mala, entre otras cosas hay: muchas discusiones, interpretaciones de lo que el otro me está queriendo decir, desinterés por los temas de conversación, hay falta de concordancia entre lo que se dice y lo que se muestra, por ejemplo le decís que lo escuchás mientras mirás su celular. 

5 - Sexualidad 

Es normal que la pasión y el fuego del comienzo de la relación se transformen en una relación donde hay menos frecuencia de encuentros y mucha más complicidad, amor maduro y una sexualidad tranquila pero muy confortable.

Pero hay una gran diferencia entre disminuir la frecuencia de los encuentros y pasar meses o incluso años sin tener intimidad. La sexualidad es una forma de comunicación, muy íntima y donde de una manera muy espacial le cuento a la otra persona que es única en tu vida y que esa experiencia la compartís de esa forma sólo entre la pareja.

Revisen cómo se sienten en pareja en este punto ya que la sexualidad es la síntesis del amor y la comunicación.

6 - Intimidad 

La intimidad es un espacio creado con tu pareja, que sólo compartís con tu pareja y que con el tiempo crece.

La intimidad incluye a la sexualidad, pero es mucho más que eso. Es todo lo compartido entre los miembros de la pareja y que no compartís con otras personas, conversaciones especiales, dormir abrazados, caricias, palabras tiernas con las que se hablan.

Con otras personas de tu vida también tenés intimidad, pero de manera diferente. 

Cada pareja tiene sus lenguajes del amor, hay parejas que naturalmente no son tan cariñosas. Pero si tienen ese código compartido más allá de las palabras, entenderse con esa persona con una mirada, detectar por su energía si está bien o mal.

7 - Admiración y motivación

Es muy importante tener una profunda admiración por tu pareja. La capacidad de ver y destacar las cualidades que nos gustan del otro, sus capacidades, su inteligencia, su pasión, su bondad, su ingenio. Si estás quejándote y poniendo en evidencia sus dificultades o fallas a solas y también delante de otros: alerta roja.

Esa persona está a tu lado porque vos la elegiste. Si no encontrás en tu interior esa mirada sorprendida y de admiración por el otro puede ser tiempo de revisar en tu interior

Tu pareja, si es una pareja sana, debería estimularte, motivarte y empujarte hacia lugares buenos para vos. Esto es relajarte o hacer más actividades para tu bienestar, cambiar de trabajo o cualquier otra necesidad que estés teniendo. 

8 - Negación 

Esto es cuando los pedidos de uno de los miembros de la pareja por revisar qué está pasando, pedir ayuda, hacer algún cambio, son desoídos, desestimados. O cuando tu pareja disminuye tu necesidad, se burla de tu pedido, te dice que no pierdas dinero en un terapeuta o que sos una pesada o pesado por volver con los mismos problemas. Es momento de frenar: esto dice que mientras uno de los miembros de la pareja no se siente pleno, el otro no repara en sus emociones, no puede empatizar. 

9 - Confianza 

Existen muchos casos de parejas donde la confianza se rompió por motivos concretos. Recuerden que la confianza no se rompe por sospechas, pálpitos o intuiciones. Tenemos que tener pruebas concretas para poder des-confiar y plantear un alto en el camino. Hay muchas parejas que atraviesan momentos de infidelidad, mentiras, engaños u omisiones y esto genera un quiebre en la confianza.

Si esa confianza no se trabaja, no se restituye, no se sana esa herida de forma tal que no se vuelva a repetir, no va a ser posible seguir con la relación. Será imposible darle al otro una segunda oportunidad. Recuerden que perdonar una infidelidad tiene que ver con aceptar y sanar. Tenemos que trabajar para perdonarla, es un trabajo personal  para no ir por la vida con una herida sangrante. Pero dar segundas oportunidades es un tema bien distinto y solo podrán darse segundas oportunidades, e incluso crecer y fortalecerse, las parejas que enfrenten y tomen acciones de sanación frente a lo que pudiera haber ocurrido que rompió la confianza.

10 - Irritabilidad y pérdida de respeto


Esto se da cuando nos encontramos con parejas que ya están hartas de los mismos chistes del otro, de sus formas, de sus hábitos, de su familia, o de cosas tan íntimas como su olor o el ruido que hace al comer. 

Y esta irritabilidad provoca choques, discusiones, desagrado y comentarios irrespetuosos que no buscan ayudar al otro a mejorar, sino que lo que se hace es descargar la propia frustración en el otro por lo que no me gusta de él. Pero la otra persona probablemente era así cuando la conociste, con lo cual es muy injusto que ahora pidas que esa persona sea de una forma distinta. 

11 - Enemistad

Cuando los une la disfuncionalidad y la enfermedad, cuando pasan más tiempo peleando, insultándose, denigrándose, agrediéndose ya dejó de ser una relación de pareja y pasó a ser una relación de enemigos. Una relación de pareja es todo lo contrario, son dos personas unidas para compartir la vida y realizarle aportes significativos, de amor, de cuidados, de ternura. No debieras pasar por un calvario al lado del otro.

Si este es tu caso déjame decirte que va a ser muy difícil que el problema se solucione y lo que necesitas es ayuda para salir de esa relación.

Recordá que por algo iniciaste la relación con esa persona y que las personas no somos desechables. Vale la pena que hagas algún que otro intento, que pienses, que reflexiones, que lo conversen juntos y pidan ayuda para seguir juntos y renovar el amor o para terminar con amor.

Recuerden lo siguiente: no existen parejas felices, existen personas que trabajan para ser felices y que se unen y construyen una relación sana.

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