Se suicidó con la mordida de una serpiente, filmó su agonía y explicó el por qué

Una vez más las redes sociales se convierten en un escenario trágico donde sucede lo peor para mostrarlo al mundo. En esta oportunidad un hombre de origen ruso decidió quitarse la vida y transmitir en vivo su desenlace a través de Facebook.  

Su nombre era Arslan Valeev, tenía 31 años y decidió suicidarse con la mordida de una de las serpientes más peligrosas del planeta, una mamba negra. Este sujeto trabajó por muchos años en un zoológico y era famoso por sus videos con víboras que subía a su canal YouTube.

En la transmisión que llevó a cabo Arslan desde su cuenta personal, contó que extrañaba a Katya (su reciente ex mujer) y que la amaba mucho. El hombre no pudo soportar la separación y decidió morir de esta trágica manera en su casa ubicada en San Petersburgo.

Por momento menciona frases como: "Tengo que hacerlo”, y luego le dice al animal "Bien, me mataste"; y agrega: "Solo quiero quedarme un rato con ustedes (…) En mi teléfono hay un mensaje para Katya”.

Los policías que revisaron el lugar descubrieron que, en el momento en que gritó, había ido a hacerse morder por su black mamba, o mamba negra (dendroaspis polylepis), considerada una de las especies más venenosas

"Bello… ¿no?", dijo después al mostrar a cámara la herida provocada por su mascota.

"Adiós a todos… no puedo creer que me esté pasando esto", dijo hacia el final. Luego recitó un número y se dirigió a sus espectadores: "Es el teléfono de Katya. Llámenla. Ya me estoy muriendo… Adiós".

La muerte de Valeev no se vio en cámara porque se levantó unos instantes antes de perecer. Cuando médicos y policías arribaron a la casa, alertados por una persona que siguió la transmisión en vivo, ya estaba muerto.

La mamba negra mide, en promedio, 2,5 metros. Además de ser extremadamente venenosa, es una de las serpientes más rápidas del mundo, capaz de moverse a 20 kilómetros por hora. Con cada mordida inyecta cerca de 100 miligramos de dendrotoxina. Apenas 15 son suficientes para matar a un adulto en unos 20 minutos.

¡Advertencia! Las imágenes son fuertes.