Curiosidades

Se lo tragó un tiburón y sobrevivió para contarlo: ¿que vió adentro del animal?

"Quedé mirando la parte posterior de su garganta", relató el buzo australiano que logró sobrevivir al ataque gracias a la dureza de su traje y a que atacó por adentro al animal.

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Redacción ElNueve.com
25 de marzo de 2023 | 14:56

Eric Nerhus vio la muerte muy de cerca, pero afortunadamente puede contar lo sucedido. Pensó que su final había llegado cuando un tiburón blanco intentó comérselo cerca de los arrecifes de Cape Howard, en Nueva Gales del Sur, en Australia. 

Nerhus es un buzo australiano de 57 años que en 2007 tuvo un accidente que le cambiaría la vida para siempre. Su historia fue publicada en los medios esta semana, tras una entrevista que dio a The Sun

En enero del 2007 estaba buceando en busca de abulones, un tipo de caracol de mar comestible, cuando quedó en la mira de un tiburón blanco. En ese entonces tenía 41 años y se dio cuenta que zafarse de aquella situación era prácticamente imposible. 

En cuestión de segundos, estaba de cabeza adentro del tiburón, tenía medio cuerpo en la boca del animal. "Empecé a ser sacudido horizontalmente con un movimiento de trilla muy fuerte. Pensé 'es este el final, esto es lo que es morir'", contó Nerhus al portal mencionado. 

Afortunadamente, el tiburón no logró su cometido pese a que le clavaba los dientes e intentaba aplastarlo porque Nerhus llevaba puesto un duro traje de buceo.

Sobre cómo fue el momento del ataque, el buzo relató: "Un minuto era de día, al segundo siguiente todo se volvió negro. Dentro de las mandíbulas estaba oscuro, no podía ver nada porque estaba mirando la parte posterior de su garganta. Nunca había experimentado algo así".

En la desesperación por salvar su vida, Nerhus apretó, completamente a ciegas, con todas sus fuerzas uno de los ojos del tiburón y lo apretó lo más fuerte que pudo hasta que lo soltó. Sin embargo, el miedo seguía latente porque la forma de atacar de los tiburones es morder a sus víctimas y soltarlas para que se desangren y así poder comerlas más fácilmente.  

"El gran ojo negro y redondo me miraba directamente a la cara. Fue la vista más aterradora que he visto", contó. 

Nerhus alcanzó a llegar al barco del que había descendido, donde estaba su hijo, que presenció la lucha de su padre. Desde allí se dirigió al hospital de Wollongong.  "Me alegro de estar todavía aquí", dijo. 

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