Se hizo una vasectomía y escribió una carta que fue compartida miles de veces

Franco Giménez, de 37 años, es oriundo de Córdoba, tiene un hijo y está separado hace más de un año. En los últimos días se hizo conocido por una carta que publicó en Facebook contando por qué se hizo la vasectomía.

El posteo realizado en la red social ya fue compartido en más de 57 mil ocasiones, tiene 40 mil "me gusta" y más de mil comentarios. 

“Cada vez que se lo cuento a un hombre, genera mucha curiosidad, es por eso que decidí escribir esto. Quiero alentar esta práctica y concientizar sobre los beneficios de la misma”, escribe el cordobés que optó por este procedimiento 9 meses atrás.  

La intención de la publicación es hacer reflexionar a los hombres acerca de la responsabilidad compartida de la anticoncepción y de la planificación familiar: “Estamos acostumbrados a esperar que la responsabilidad de la planificación familiar y la anticoncepción esté a cargo de la mujer, sin tener en cuenta los riesgos de los métodos que ellas utilizan, como es el caso de una ligadura de trompas y la alteración natural de las hormonas que producen las pastillas anticonceptivas. En proporción se hacen 21 ligaduras de trompas cada 1 vasectomía”, explica Giménez.

En el posteo, Franco describe cómo es la operación con la expectativa de responder a las preguntas habituales que recibe de otros hombres.

“La intervención es ambulatoria y se realiza con anestesia local. Ese día llegué a las 7 de la mañana a la clínica y a las 16 recibí el alta y estaba camino a mi casa manejando. El postoperatorio es muy tranquilo, sólo hay que hacer reposo y ponerse hielo en “la zona” las primeras 48 horas.”, explica el cordobés.

Luego, agrega: “La pregunta más frecuente es: ‘¿Cambia algo en lo que sale?’ No, no cambia nada, debido a que lo único que se hace en el procedimiento es interrumpir el pasaje de los espermatozoides, por lo cual no se modifican ni el aspecto, ni la consistencia del semen”.

Con respecto a que, si es o no reversible el procedimiento, Giménez escribe: “Algunos dicen que no, otros, que sí. Imaginen que es como volver a conectar un conducto que cabe dentro de un pelo, bastante complejo. Pero siempre está la opción de realizar una aspiración de espermatozoides, para luego hacer fertilización in vitro, con una tasa de embarazo que llega a un 85% y esto es posible porque el cuerpo nunca deja de producir espermatozoides”.

En el final de la carta, Giménez interpela a sus pares: “No hay mucho más que agregar, pongan los huevos sobre la mesa y háganse cargo, porque estas responsabilidades son compartidas”.

Y por las dudas aclara luego de que este método no protege de ninguna enfermedad de transmisión sexual, sino que se trata sólo de un método anticonceptivo.