La familia de Miguel Ángel Pérez (21) indignada y conmocionada por la muerte del muchacho ha iniciado un proceso para averiguar quien fue quien mató al joven.
El muchacho, obrero de una finca, fue atropellado cuando volvía en bicicleta a su casa de San Martín y, ahora, su familia busca esa cuota de consuelo que pueda calmar aunque sea un poco el dolor: "Saber quién fue el asesino, el cobarde que huyó dejándolo morir", dijo Clara Guevara, la madre.
En la Policía, aseguran que buscan al conductor de una camioneta y piden ayuda a la gente para dar con el homicida.
La trágica historia de esta familia comenzó el 1 de septiembre. Miguel Ángel Pérez salió en la noche del viernes a juntarse con unos amigos, como lo hacía cada semana.
La Policía, señaló que cerca de las 2.30, el joven guiaba su bicicleta por calle Laprida rumbo al Norte.
Metros antes de llegar a San Juan, donde vivía con su familia, el conductor de una camioneta lo embistió, decretó su fin en el lugar y escapó.
Cuando llegaron los pesquisas, en el lugar sólo estaban el cuerpo, la bicicleta destrozada y dos únicas pistas que ahora son claves para encontrar al culpable: un espejo retrovisor y partes de una mica.
La familia del joven se quejó porque la Policía tardó en acercarse hasta su casa a avisarles de la desgracia. "Llevaba una tirilla donde aparecía la dirección, yo no sé por qué no vinieron", dijo Clara, la mamá del joven.
Y luego estalló en lágrimas: "Lo que más me duele es que no sé si Miguelito murió en el acto, si estuvo agonizando, si me llamó. Me echo la culpa de haber estado durmiendo y no haber estado cuando me necesitó. Fue todo tan cerca...".
Desde la seccional Decimonovena en cambio dijeron que Pérez no llevaba consigo ninguna documentación y que actuaron como se debe, siguiendo las instrucciones judiciales.
"A las 6.30 me levanté y vi que Miguel no estaba en su cama. Entonces mi esposo salió a buscarlo", comentó Clara.
El hombre fue hasta la casa de varios amigos, pero le dijeron que la última vez que lo vieron fue cuando salió en la bicicleta rumbo a su casa.
Así, luego de varios intentos fallidos, se acercó hasta la comisaría "por las dudas que supieran algo". "Ahí me dijeron que lo habían atropellado, que estaba muerto y que tenía que ir a la morgue", recordó entre lágrimas el padre.