¿Es posible lograr descansar aunque no podamos irnos a ningún lado? Llegar a desconectar realmente es un desafío inmenso pero no imposible. Claves para no morir en el intento.
“Este año, me tomo unos días, pero no puedo irme a ningún lado, ¡me quiero morir!” La frase que se suele escuchar de muchas mendocinas y mendocinos que no pueden ni siquiera pensar en una escapadita, es, este año sobre todo, muy común. Entonces las vacaciones en casa se trasforman para muchos en una verdadera encrucijada para dejar un ratito de lado, la locura que implica el trabajo, pero también para lograr que esas vacaciones hogareñas realmente resulten provechosas.
Como la Licenciada en psicología Noelia Centeno explica: “lograr tener descanso es una decisión, si no podés cortar en algo con los problemas que tenés en tu mente, hay que entender que los llevamos adonde vayamos sin lugar a dudas”.
–¿Cómo manejas la frustración de no poder irte cuando otros sí, y con qué herramientas hacer ese “chip”?
Antes que nada hay que organizar las vacaciones. Es decir, que si te vas a quedar acá armate planes. Por ejemplo: “voy a ir a caminar que hace mil años no lo hago”, me voy con mi amiga al cine o a ver algún espectáculo o propuesta gratuita” en donde el dinero no sea excusa para no hacerlo…”
. Vale decir para no caer en la frustración o el agotamiento mental que es un desgaste de energía y de pensar en aquello que no puedo resolver, lo neutralizo haciendo todo aquello que no hago cuando tengo que trabajar o cumplir con múltiples responsabilidades. El agotamiento mental es una fuga de energía en donde literalmente me siento agotado, pero no puedo salir de allí. Recargás corriendo el foco de todo aquello que te mantuvo todo el año preocupado. Si hacés cosas que te conecten con tu bienestar, el tema cambia.
-¿Hacer actividades nuevas e impensadas, sirve?
Absolutamente, nos saca de la zona de confort. Hay que aprender a desconectar de verdad, en donde el cerebro se retroalimente, porque más allá de lo geográfico, podemos estar en el lugar más lindo, pero con la mente sin resetear.
-¿Hay que lograr que la casa sea un refugio?
En realidad hay que lograr que el refugio sea uno mismo. De ahí que llevarse bien con uno, conocerse y que la casa no nos inquiete con sus silencios ni soledad es fundamental. Pero todo parte de uno.
—¿Es lo mismo irse de vacaciones que tomarse vacaciones?
No, no es lo mismo. Una paciente me contó que hacía ocho años no se tomaba vacaciones, y eso no puede ser. No porque deba irse a un destino, sino por el hecho de tomarse para sí ese tiempo único, especial. El hecho de literalmente poder frenar te quedas en casa o si te vas a algún lugar es único y especial. Sin embargo, si no cortás en ningún lado el estrés va a permanecer con vos.
Cuando entendemos que nadie es imprescindible, entendemos que eso que nos negamos a nosotros mismos, es lo que nos enferma, podamos irnos o no. Nadie es imprescindible, nuestra salud mental, física y emocional depende de nosotros, y eso no lo cambia nada ni nadie. Cuando internalizamos esto, y que parar solo si nos enfermamos es el error más grande, comenzamos a desmadejar parte del problema.
La profesional estuvo en Cada Día, mira la nota