Iniciar una rutina de ejercicio es una excelente decisión para tu salud. Sin embargo, es importante hacerlo de manera segura y efectiva. La palabra profesional.
La emoción de iniciar una nueva rutina de ejercicios es contagiosa, pero es fundamental hacerlo de forma segura y adecuada para evitar lesiones y maximizar los beneficios. Como apunta el médico cardiólogo Andrés Donadi “los estudios médicos que debe realizarse cualquier paciente, están directamente vinculados a la edad de la persona, y a los factores de riesgo a los que pueda estar asociado”.
-¿Cuáles serían las actividades físicas más adecuadas para nuestra salud cardiológica?
Si bien antes se hablaba solamente de lo aeróbico (caminar, correr, trotar) los ejercicios de fuerza como las pesas, es decir de fuerza, se suman como los indicados también para combinarse. Siempre orientados por un profesional si deseamos hacer las cosas bien.
Antes de ponerte las zapatillas deportivas
Consultá a tu médico
-Ver tus condiciones médicas preexistentes: es decir si tenés alguna enfermedad crónica, como diabetes, hipertensión o problemas cardíacos, es esencial que tu médico te autorice a realizar actividad física y te brinde recomendaciones específicas.
-Lesiones anteriores: Si has sufrido alguna lesión, consultá con un especialista para asegurarte de que estás completamente recuperada antes de comenzar a entrenar.
Definí tus objetivos
-¿Qué querés lograr?: ¿Perder peso, ganar masa muscular, mejorar tu resistencia o simplemente sentirte más saludable? Definir tus objetivos te va a ayudar a elegir el tipo de entrenamiento más adecuado.
-Realismo: Establecé metas realistas y alcanzables para evitar la frustración y el abandono.
Elegí la actividad física adecuada
Tus intereses: Elegí una actividad que disfrutes para que puedas mantener la motivación a largo plazo.
Tu condición física: Si sos principiante, comenzá con actividades de bajo impacto y aumentá gradualmente la intensidad.
Tus horarios: Adaptá tu rutina de ejercicios a tu estilo de vida.
Calentamiento y enfriamiento
-Calentamiento: Prepará tus músculos y articulaciones para el ejercicio con unos minutos de calentamiento suave, como caminar o trotar a baja intensidad.
-Enfriamiento: Realizá estiramientos suaves al finalizar el entrenamiento para mejorar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones.
Hidratación
-Antes, durante y después: Consumí abundante agua antes, durante y después del ejercicio para mantenerte hidratado.
-Escuchá a tu cuerpo: Si sentís sed, es señal de que necesitas beber agua.
Nutrición
-Alimentación equilibrada: Una dieta saludable te va a proporcionar la energía necesaria para entrenar y le va a ayudar a tu cuerpo a recuperarse.
-Hidratos de carbono: Son la principal fuente de energía para el ejercicio.
-Proteínas: Esenciales para la reparación y el crecimiento muscular.
Descanso
Sueño: El sueño es fundamental para la recuperación muscular y el buen funcionamiento del organismo.
“Recordar que lo más importante es disfrutar del proceso es el objetivo que toda persona debería tener. Comenzar de forma gradual y aumentar la intensidad de los entrenamientos de manera progresiva es la clave. Y si se tiene alguna duda, consultar con un entrenador personal o un profesional de la salud es la mejor y más sana alternativa para hacer el paso a paso de manera coherente y sana”, concluyó el cardiólogo.
El profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota