Esta semana se podría tratar la reforma a la ley de alquileres. Hay dos proyectos en disputa, uno del oficialismo y otro de la oposición. El aumento indexado o acordado entre las partes es el punto principal en discusión.
La reforma es necesaria, en eso coinciden las partes. Sin embargo, la grieta planteó dos proyectos de reforma de la ley de alquileres y ambas llegarían al congreso esta semana.
Una hecha por el Frente de Todos, que se tratará primero, pero no tiene los votos suficientes en diputados, y la otra que se tratará después, pero con los votos para conseguir una media sanción pero sin chances de ser aprobada por senadores.
El proyecto del oficialismo propone principalmente mantener el plazo mínimo de contrato por 3 años y los aumentos anuales indexados. Propone beneficios impositivos y excepción de impuestos para inmuebles de hasta $30 millones entre otras características.
En tanto, el proyecto opositor, en cambio, propone regresa al contrato mínimo de dos años con aumentos que serían acordados libremente entre el propietario y el inquilino en lapsos que pueden ir de los 3 a los 12 meses.
También comparte beneficios y exenciones impositivas. Sin embargo, los proyectos dividen aguas. Los inmobiliarios están en contra del proyecto oficialista. Los inquilinos a favor.
Los puntos en disputa son los plazos de contrato y la forma de acordar los aumentos.
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