Lo bueno y lo malo de optar por una clínica privada para tu salud

Lo bueno y lo malo de optar por una clínica privada para tu salud

Aunque la menor demanda de las clínicas privadas brinde una mayor conveniencia a los pacientes, el precio de los procedimientos puede ser muy elevado, una variable importante en el contexto económico actual.

La salud pública es uno de los pilares de la sociedad moderna, siendo no solo una ayuda para aquellas personas con menor acceso a la atención médica privada, sino también un complemento esencial en la atención durante fenómenos de salubridad como lo fue la crisis del coronavirus.

Sin embargo, dependiendo de nuestras necesidades, así como de nuestra capacidad financiera, es posible que pensemos en optar por una clínica privada. Pero, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de tratarnos en una institución privada?

No compiten, se complementan

Antes de entrar de lleno en las ventajas y desventajas de las clínicas privadas, es importante recordar que ambas partes del sistema de salud son complementarias. Mientras que el sistema de salud público cumplirá con responsabilidades de mayor envergadura, el sistema privado lo hará en casos más particulares.

Dependiendo del país y las políticas bajo las que este se rige, es posible que la salud pública tenga un rol mucho más relevante, con las clínicas privadas siendo una opción mucho más personalizada, pero de la que solo un pequeño número de personas pueden sacar provecho.

Ventajas

Más allá de la calidad del sistema de salud público, las clínicas cuentan con una serie de ventajas inherentes que pueden ser atractivas (e incluso, recomendables) para un amplio número de pacientes. Estas son:

Menor demanda, mayor atención

Debido a su costo, así como a la especialización de buena parte de las instituciones y profesionales, las clínicas suelen experimentar una demanda menor. Esto ocurre incluso en periodos de mayor necesidad, como en el caso de la pandemia, donde algunas instituciones podían darse abasto incluso con el aumento en el número de pacientes.

Conveniencia

Este menor flujo de pacientes no solo hace que haya una mayor disponibilidad de profesionales, sino que además brinda una mayor flexibilidad al momento de agendar citas. Mientras que una consulta en un centro de salud pública puede tomar incluso semanas, en una institución privada podremos agendar una cita en cuestión de horas o días.

Al funcionar como empresas privadas dentro del sector salud, está entre sus intereses asegurar un mayor flujo de pacientes, por lo que incluso suelen expandirse para incrementar su rentabilidad.

Seguridad

Si bien los hospitales cuentan con medidas de seguridad apropiadas, los protocolos de las clínicas privadas suelen ser más extensivos, con inversiones constantes diseñadas para proteger a los pacientes de una forma mucho más completa. Desde complejos entramados de cámaras de seguridad (con cámaras tipo bala, estilo domo y PTZ), hasta modernos sistemas de control de acceso.

Menos susceptibles a la economía

Por último, las clínicas privadas son menos susceptibles a las variables económicas, por lo que aquellos pacientes que tengan el suficiente músculo económico siempre tendrán la posibilidad de contar con asistencia médica. En países como la Argentina, asediados por la inestabilidad económica, muchos hospitales públicos se han enfrentado a situaciones de insolvencia, disminuyendo efectivamente la cantidad de pacientes que son capaces de atender.

Desventajas

Aunque la naturaleza privada de las clínicas hace que la experiencia sea mucho más conveniente, incluso reportando mayor satisfacción entre sus trabajadores, estas también tienen desventajas para los pacientes. Algunas de las más importantes incluyen:

Precio

La principal desventaja de las clínicas privadas no solo es que estas deben pagarse al momento de recibir la atención (mientras que los hospitales se financian mediante impuestos), sino que además los precios suelen ser relativamente altos. Aunque las consultas médicas pueden contar con precios estandarizados, los procedimientos más complejos pueden tener precios muy elevados.

Cobertura limitada

Por si el alto costo de la medicina privada no fuera suficiente, es muy común que los seguros no brinden la cobertura completa de la atención y los procedimientos, por lo que muchos pacientes tendrán que sacar dinero de su propio bolsillo para hacer frente a tratamientos y emergencias, algo que puede implicar un golpe financiero importante para quienes cuentan con menos recursos.

Estándares de calidad

Actualmente, en Argentina, la salud pública suele ser considerada como “regular”, por lo que utilizarla como métrica sobre la calidad del servicio puede no ser del todo precisa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen más de 1.700 clínicas privadas en el país, cada una con estándares de calidad distintos, lo que puede crear experiencias muy variadas entre los pacientes.

Considerar las clínicas privadas como una mejor opción que la salud pública es ignorar las variables que impactan en el sistema de salud argentino en general, sin embargo, es indudable que estas cuentan con algunas ventajas que se adaptan mejor a ciertos tipos de pacientes. Estas variables, aunque básicas, sirven para vislumbrar qué opción funciona mejor a ti.