Nori Dalmasso cursa el Profesorado en Historia y es tarjetera de estacionamiento medido en Maipú. Una historia de superación, que te contamos en esta nota
“Me levanto a las 5am de la mañana y comienzo a calentar agua para bañarme, se encuentra rota una cañería que conecta con el calefón, por tanto no me da vergüenza decir que mi forma de higiene es un poco antigua, pero digna”, dice Nora Elizabeth Dalmasso, a la que llaman “Nori”. La joven maipucina que conmovió en redes, al ofrecerse a barrer veredas para enfrentar costos en sus estudios universitarios. “Puse un valor de $100 en la publicación que hice, porque calculaba que si barría 10 veredas diarias, serían $1000 y con eso ya pago los almuerzos en la facu”, agrega esta estudiante mendocina que comienza a relatarle su historia a ElNueve.com.
“Voy a preservar muchos aspectos de mi historia personal, pero sí puedo contar que vivo con mi papá, y que juntos con lo que trabajamos cubrimos gastos, pero no los necesarios para adquirir el material de construcción, para mejoras que requiere nuestra casa.
Hace muchos años que soy tarjetera de estacionamiento medido en Maipú, ese trabajo me permite manejar mis horarios que son siempre de mañana. Específicamente estoy en una de las cuadras de Patricias Mendocinas, y debo reconocer que así como hay gente hermosa, también hay mucha que nos humilla. Me han llegado a decir que soy una ladrona por querer cobrarles el estacionamiento o que soy una mentirosa al decir que estudio un profesorado. La verdad es que ahí se ven todas las caras de una sociedad, están los que han estado todo el día y vienen y dicen que se gastaron toda la plata. Y también está el que te deja una propina, aunque el costo de su estacionamiento sea mínimo. Igual las propinas son algo una vez al año”, dice poniéndole algo de humor a su relato.
Barrer y crecer
“Actualmente estoy recursando algunas materias de segundo año y tengo todo tercero ya hecho, pero es muy difícil seguir el ritmo universitario. Una realidad que viven muchos compañeros por la situación económica actual. De los que entramos en mi año que fue 2019, calculo el 20% no trabaja, los demás todos estudiamos y trabajamos. Incluso muchos abandonaron la facultad, aún siendo gratuita, porque toda la suma de otros gastos es muchísimo y no pueden asumirla. El primer pensamiento que tengo cada día, es arreglar mi casa, actualmente debemos reaccionarla en varias partes, pero las cuentas no nos cierran”.
Decisión
“Hay un horario en que no vienen tantos autos, y empecé a barrerle la vereda a la chica de un negocio. Ahí dije, esto que estoy haciendo si lo multiplicara, sería un ingreso extra. Hay personas mayores que no pueden limpiar sus veredas, sus patios y creo $100 es un valor accesible, entonces bueno, me animé a publicarlo en Facebook. Apenas lo puse la gente empezó a felicitarme, pero lo cierto es que aunque agradezco las palabras bonitas de la gente, en concreto no hubo muchos llamados. Se entiende, la gente tiene miedo, algunas personas que me llamaron me pidieron el certificado de estudios y yo de verdad lo comprendo. Lo que junté hasta ahora, me alcanza para los almuerzos de esta semana en la facultad” confiesa Nori.
“Siempre me gustó la historia, y me da mucha pena no poder llevar la carrera al día, pero sé que lo lograré. Aspiro a ser una profesora, que enseñe todos los tipos de miradas sobre un acontecimiento histórico. Que los alumnos se pregunten todo el tiempo, sobre el otro lado de lo que nos cuentan habitualmente, que sean curiosos, que saquen sus propias conclusiones. Además, creo que los estudiantes necesitan sentirse acompañados en el aprendizaje, no solo leer un texto, sino esto de enseñar a buscar un poco más allá, para seguir aportando a la historia”, cuenta con emoción Nori.
“Yo también estoy en una constante búsqueda, más allá de lo que ven mis ojos, por eso esto de barrer se corresponde con mi personalidad. No quedarme quieta, no conformarme, no bajar los brazos. Por ahora no volveré a publicar mi número, ya que también yo me preservaré, pero agradezco a cada persona que se tomó un tiempo para ofrecer ayuda. El trabajo dignifica a los seres humanos y aunque sea humilde, tengo mucha dignidad y esperanza de algún día ser esa docente que marque la diferencia”, dice Nori para el final de la charla.