En un evento que marca un hito en la industria de bebidas en Mendoza, Coca-Cola ha inaugurado una nueva línea de envases retornables en su planta distribuidora local, subrayando el compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Coca-Cola Andina Argentina abrió una nueva planta en Mendoza. La firma decidió reactivar su planta embotelladora ubicada en el departamento de Godoy Cruz. Allí, se producirán envases retornables PET de 2 y 2.5 litros y de botellas de vidrio de 1.25 litros, con la capacidad de procesar hasta 48 mil litros de gaseosa por hora en distintos formatos y en simultáneo.
La inauguración, que tuvo lugar en un ambiente festivo, fue encabezada por representantes de Coca-Cola y autoridades locales, quienes destacaron la importancia de esta nueva línea de producción. “Estamos muy orgullosos de presentar esta tecnología de punta, que es una de las más rápidas de Sudamérica”, afirmó uno de los voceros de la empresa. Esta línea no solo promete eficiencia, sino que también se alinea con la creciente demanda de soluciones más ecológicas en el mercado.
La esencia de esta iniciativa radica en la economía circular. Cada botella retornable que se utiliza significa 25 botellas desechables menos en circulación. Este enfoque no solo reduce la huella de plástico en el medio ambiente, sino que también ofrece una opción más económica para los consumidores.
El proceso es simple y eficiente: los clientes reciben sus botellas llenas y, al finalizar su uso, devuelven las vacías. Estas botellas son sometidas a un riguroso proceso de limpieza, donde se implementan hasta nueve puntos de inspección para garantizar la higiene y la calidad del producto. “Nos hacemos responsables del plástico que sale a la calle. No se trata de demonizarlo, sino de gestionar adecuadamente su uso“, enfatizó el representante de Coca-Cola, subrayando la importancia de una gestión responsable de los residuos.
La comunidad mendocina ha mostrado un creciente interés en prácticas sostenibles, y Coca-Cola ha respondido a esta demanda con acciones concretas que buscan no solo innovar, sino también educar a los consumidores sobre la importancia de la sostenibilidad.
Con esta iniciativa, Coca-Cola Mendoza no solo está innovando en su producción, sino que también está contribuyendo a un futuro más sostenible, demostrando que es posible disfrutar de las bebidas que amamos mientras cuidamos de nuestro planeta.