La histórica cocinera demostró su fuerte temperamento y terminó gritándole a los participantes de las cocinas más famosas del país.
Este primero de mayo, primer día del mes y de la semana llegó Dolly Irigoyen a Masterchef. Ya se sabía. Reemplaza a Germán Martitegui que está grabando su programa Proyecto Tierras. Así la histórica cocinera se sumó al tridente de los jueces que evalúan a los participantes. Y lejos de disimular su fuerte carácter, ya en esta primera emisión le gritó a los participantes generando revuelo en las redes.
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“Estoy feliz de que me hayan invitado”, dijo Dolly. “Yo los veo todas las noches, los estoy siguiendo, ya los conozco a los participantes”, dijo apenas le dieron aire las cámaras de Telefé.
Cuando Wanda Nara le pidió a los participantes que ingresaran a la cocina, ellos lo hicieron de un modo festivo, relajados. Pero al notar que estaba Irigoyen, se sorprendieron, se paralizaron y titubearon a la hora de hablar. La presencia de Dolly comenzó a inhibirlos.
Dolli y el desafío
Fue la propia Dolly quien presentó el desafío del día. “Hoy vamos a competir en duelos, cuando Wanda dé la señal vamos a estar nosotros retirando la tela y ustedes podrán descubrir cuáles son los ingredientes que hay en cada mesa”, contó. “Tienen 60 minutos para preparar un plato con esos ingredientes, pero como dijo Dolli, recuerden que son para los dos. Para quedarse con los ingredientes que quieran, van a tener que ser muy rápidos o buenos negociadores, porque el tiempo para negociar van a estar dentro de los 60 minutos”, agregó Damián Betular.
“A la hora de decidir cuáles ingredientes se quedan, no los pueden compartir. Si eligen los tomates, es todo el tomate. Si es perejil, todo el perejil… No es mitad y mitad”, ejemplificó Donato de Santis.
La cara de la misma moneda
Hubo dos participantes que fueron las que más se vieron movilizadas por la llegada de Dolly Irigoyen. Una fue María Sol, quien cumplió su sueño de presentarle a la cocinera su plato, ya que la admira desde pequeña.
Por el otro lado, Delfina fue la que recibió el primer reto de la noche de parte de la histórica chef. Al rato de que empezaran a cocinar, los jurados comenzaron a recorrer cada una de las estaciones. En eso estaba Delfina Gayoso totalmente lanzada a preparar unos hongos rellenos, hasta que Dolli pasó por su cocina haciendo gala de su carácter severo. “Ya veo que asesinaste los portobellos…”, le dijo con el ceño fruncido. “No, no, son los tronquitos… No son los portobellos”, le respondió la participante y la jurado debió recular: “Ahhh, perdón”. “Porque los quiero rellenar…”, agregó Delfina y ahí Irigoyen contraatacó. “Ahora, ¿está de moda, en este programa, hacer champignones y portobellos rellenos? Mirá que yo los estoy mirando, eh”, le marcó con ironía.
“No te gusta que rellene los portobellos… Igual ni los quería usar tampoco”, se atajó la participante en backstage. Y sobre la marcha, cambió de idea. “Puedo hacer un salteado con todo esto, el arroz y los portobellos”, dijo e Irigoyen se lo aprobó. “Está bien, el plan B era un salteado, le hacemos caso a la maestra”, agregó detrás de cámaras.
“Los portobellos enteros, o en dos o tres, en una sartén con mucho gusto, poca cosa, un chorrito de vino blanco y la carne en cubitos para que se cocine junto con el arroz salteado, tenés un buen aceite de oliva”, le indicó Dolly. “¡Basta de rellenar hongos!”, le espetó y Delfina decidió hacerle caso. “¡Nunca más!”, le dijo y una vez que la jurado se fue, le cambió la cara. “¡Qué vergüenza, Dios!”, se lamentó Delfi.