Es un clásico que solo requiere cinco ingredientes que seguro tenés en tu casa. Hacerlo es rápido y muy fácil.
La gastronomía es un pasatiempo para muchos. Redescubrir recetas clásicas es un desafío que permite disfrutar de deliciosos platos y conectar con tradiciones saludables y económicas. Entre los reyes de los postres dulces baratos está el budín de pan, que se hace nada más y nada menos que con el pan viejo.
Hacer este budín de pan es una manera excelente de aprovechar esos restos de pan que, de otra manera, terminarían en la basura. Combina simplicidad, sabor, textura suave y aroma. Es una opción perfecta para cualquier ocasión, desde una merienda familiar hasta un postre especial para una cena.
La receta del budín de pan es muy fácil de hacer. Básicamente, se trata de una mezcla de pan duro, leche, azúcar, huevos y algunos ingredientes adicionales según el gusto de cada uno, como canela, pasas, ralladura de limón o esencia de vainilla. Esto hace que cada uno le aporte su toque único y personal a cada budín.
Ingredientes:
- 250 gr miga de pan
- 750 cc leche tibia
- 125 gr azúcar
- 3 huevos
- esencia de vainilla
- ralladura de limón
- 150 gr azúcar para el caramelo
Paso a paso:
Lo primero que vas a hacer es el caramelo seco: llevar a fuego corona una olla e ir incorporando el azúcar de a poco. A medida que el azúcar se vaya cristalizando, ir agregando más. Luego, ese caramelo ponerlo en la budinera en caliente y esparcirlo.
Desmenuzar el pan y dejarlo remojar en la leche unos 20 minutos, incorporar los huevos, esencia de vainilla, ralladura de naranja, el aceite y mezclar todo bien hasta que quede cremoso.
Agregar lo que desees: pasas de uvas, chips chocolate, cascaritas de limón o naranja, frutos secos, etc.
Colocar la preparación en la budinera (previamente caramelizada) y llevar al horno.
¿Cómo es la cocción?
El budín de pan se cocina a baño María. Por lo tanto, calentar el horno a 180 grados. En una fuente profunda con agua poner la budinera. Llevar al horno unos 25 o 30 minutos. El budín está cocinado cuando al introducirle un cuchillo sale limpio.