Merienda Gasolera: aprendé a preparar galletitas saladas saborizadas ricas y fáciles

Merienda Gasolera: aprendé a preparar galletitas saladas saborizadas ricas y fáciles

Con esta receta vas a poder hacer unas ricas galletitas saladas saborizadas, perfectas para la merienda o la picada del fin de semana.

¿Estás buscando una opción rica y económica para la merienda o la picada? Las galletas saladas saborizadas caseras son la solución perfecta.

Además de ser fáciles de hacer, también te permiten jugar con una variedad de sabores y combinaciones.

Poder preparar tus propias galletas en casa es una excelente manera de controlar los ingredientes y asegurarte de que estás comiendo algo saludable y sin aditivos artificiales.

Podés acompañarlas con una variedad de dips, quesos o simplemente disfrutarlas solas.

También son ideales para llevar al trabajo, a la escuela o para tener a mano en casa cuando necesitas un snack rápido para la picada del fin de semana.

¿Cómo hacer galletas saborizadas?

Vamos a necesitar

– 2 tazas de harina de trigo.

– ½ taza de aceite.

– ½ taza de agua.

– 1 cucharadita de sal.

– 1 cucharadita de polvo de hornear.

– Especias al gusto (pueden ser orégano, romero, ajo en polvo, queso, salame, etc.).

El paso a paso

En un bol grande, mezclamos la harina, la sal y el polvo de hornear. Agregamos el aceite y el agua poco a poco mientras vamos mezclando hasta obtener una masa homogénea y suave.

Si la masa está muy seca, podemos agregar un poco más de agua, una cucharada a la vez.

Una vez que la masa esté lista, la dividimos en varias porciones si queremos hacer galletas de diferentes sabores.

Agregamos las especias a cada porción y amasamos bien para que se integren en la masa. Por ejemplo, podemos hacer una porción con orégano, otra con queso y otra con ajo en polvo.

Enharinamos ligeramente una superficie plana y extendemos la masa con un palo de amasar hasta que tenga un grosor de aproximadamente 3 mm.

Usá un vaso o lo que tengamos para cortar la masa en la forma y tamaño que queramos. Colocamos las galletas en una bandeja para horno previamente engrasada o forrada con papel manteca.

Precalentamos el horno a 180°C y horneamos las galletas durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.

El tiempo de horneado puede variar dependiendo del grosor de las galletas y de nuestro horno, así que es recomendable vigilarlas para evitar que se quemen.

Sacamos las galletas del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez frías, podemos guardarlas en un recipiente hermético para que se mantengan frescas por más tiempo.

Algunos tips

Podés agregar semillas de sésamo, chía o girasol a la masa para darle un toque extra de sabor y nutrición.

Si te gustan las galletas más crujientes, podés extender la masa un poco más fina y hornear las galletas por unos minutos adicionales.