Una estafa económica y un pico de presión arterial la han dejado al borde de todo. Así lo resumió una de sus colegas del reality.
La periodista Marisa Brel atraviesa uno de los peores momentos de su vida. Luego de descubrir que fue estafada por una pareja de amigos y de una discusión laboral con la periodista Laura Ubfal lo que terminó con un pico de presión que casi la lleva directo a terapia internsiva.
“Y un día…detoné. ¿Y por qué no contarlo? ¿Por qué siempre tenemos que subir posteos perfectos si no es lo que estás atravesando?”, escribió para empezar su posteo.
Luego siguió: “Vengo de muchas tormentas personales, duelo de mi perrita Eva, problemas laborales que nos presenta nuestro país con tema importaciones, lo que genera muchos malestares. Y desde el viernes que me empecé a sentir mal. Muchas jaquecas durante 5 días seguidos, insomnio, anginas, tos y hoy luego de una ardua discusión de trabajo esta tarde, cosa que no me suele ocurrir habitualmente, sentí que se me reventaba la cabeza. Estaba con Paloma y Timo y llamé a la ambulancia porque me asusté”.
“Tuve un pico de presión. Cuando llegó la ambulancia que ya estaba más tranquila, tenía 16.10 mientras que mi presión es siempre de 10.7. Siempre. Me medicaron de inmediato y me controlaron hasta que me fue bajando de a poco. Hasta 12.9 y acá estoy. Medio mareada y con dolor de cabeza. Es el momento donde miro a mis hijos y me pregunto: vale la pena? Mi vida es más que problemas y situaciones malas. La salud es más importante que todo. Los miedos de estos días influyeron a tal punto que no voy a hacer el viaje”, describió junto a la imagen que la muestra con el tensiómetro en su brazo.
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Detalles de la estafa
Más tarde, le contó a Infobae que todo esto detonó porque la estafó un matrimonio en 25 mil dólares: “Fue como la gota que colmó el vaso y dije ‘ok, basta’. Esto en realidad sucedió hace dos años, cuando vendí mi casa le presté dinero a una pareja amiga mía que vivía en mi barrio, Eyizel y Marcelo. Ellos me engañaron porque yo creí que eran mis grandes amigos y como en ese momento necesitaban por 60 días ese dinero y yo justo lo tenía, se los presté”.
Y finalizó: “Ese dinero es de mis hijos, y hasta el día de hoy no supe nada de ellos. Se mudaron, los vivo persiguiendo y lo último que hice fue mandarles una carta documento que no la recibieron. Siento que perdí esa plata y la verdad es que es dinero de mis chicos, y si bien a mí me va bien, no estoy para regalar a gente siniestra 25 mil dólares”.