Irrigación emitió un informe sobre la sequía que enfrentan los ríos mendocinos. En ese sentido, señaló que habrá sequía severa y extrema en todos los ríos de Mendoza es el pronóstico que emitió este jueves el Departamento General de Irrigación, de cara a la temporada 2022/2023.
El titular del organismo aseguró que ya no se trata de una crisis hídrica, sino de una “nueva normalidad”
De esta manera, el Departamento General de Irrigación presentó su pronóstico de caudales, en pos de informar cuál será la cantidad de agua por río con la que se contará.
El resultado del informe publicado es preocupante. Mendoza contará con menos de la mitad de agua de un año promedio. Actualmente, los caudales de los ríos de Mendoza están entre un 40 y 52%.
Los ríos Mendoza, Tunuyán y Malargüe se encuentran con sequía severa; mientras que el Atuel, Diamante y Río Grande, la condición es extrema.
El Río Mendoza, por ejemplo, tuvo su peor temporada de escurrimiento durante la temporada 2021/2022 (785 hm3) y se espera que continúe con niveles bajos.
Incluso, las reservas en Potrerillos son un poco mayores al 60% lo que representa la menor reserva de agua que ha tenido históricamente el dique, para esta época del año.
En Mendoza, el consumo diario por habitante es de 750 litros, según los cálculos que hacen desde el Departamento General de Irrigación. Dicho consumo supone el triple de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea como número óptimo (250 litros diarios por persona).
En tanto, en lo que va de año precipitó poco más de 96 milímetros cuando el promedio anual es de 200 milímetros.
Desde el Departamento General de Irrigación aseguran que no se trata de una situación pasajera o una crisis hídrica, sino es una “nueva normalidad” que requiere trabajar en la demanda y ser más eficientes en el uso del recurso hídrico.
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