(Eva Rodríguez)
Históricamente, cuando se presentaban relaciones de padres e hijos conflictivas se ponía la lupa en los niños, niñas o adolescentes. Surgían las preguntas: ¿Qué pasará con mi hijo/a que tiene estas reacciones? ¿Por qué será así? ¿Qué problema tendrá?
La evolución de la psicología y la profundización en el estudio de la conducta y las relaciones sistémicas o intrafamiliares señala que, muchas veces, la conducta del niño, niña o adolescente es una reacción a la actitud de un adulto.
El patrón general de los padres emocionalmente abusivos está regido por una serie de conductas, hábitos y respuestas que no tienen en cuenta las necesidades de los niños. Los adultos únicamente atienden sus propios deseos sin prestar atención a los de sus hijos.
Esto no significa que no los abastezcan de necesidades básicas como ropa o alimento. Al contrario, a veces la carencia de contención afectiva es suplida con objetos. Aunque, por supuesto, eso no suple nada.
Los hijos de padres abusivos tienden a ser adultos inseguros, con autoestima baja, dependientes emocionalmente, culposos y complacientes, inestables emocionalmente, propensos a las enfermedades mentales y emocionales, y a ser víctimas de psicópatas al entablar relaciones con ellos.
1 Con sus expresiones o acciones hacen que el niño o adolescente se sienta responsable de los sentimientos de la madre o el padre. “Mamá se puso muy triste porque no quisiste ir a tu clase de baile”
2 Los amenazan de abandono. “Si no te portas bien me voy a ir y no vuelvo”
3 No protege, no pone límites. “Hacé lo que quieras, después que se las arregle tu madre”
4 Invalida los sentimientos de los hijos. “No llores que no es nada”
5 No toleran las emociones negativas de los hijos. “Bueno, ya está, no llores que te van a salir arrugas”
7 Los responsabiliza de su malestar. “Por tu culpa estoy enferma" o los hacen sentir culpables de sus decisiones. "Te vas y yo me quedo acá solo…”
8 Domina las conversaciones. “Callate que estoy hablando yo”
9 Rehúsa disculparse, "Los padres no pedimos disculpas porque siempre tenemos la razón".
11 Juzga o rechaza a los amigos de los hijos. "No son suficiente para vos, no me gusta, es una mala influencia”.
12 Invade su privacidad. "Puedo leer tu diario porque soy tu madre”.
13 Los subestima. "Que vas a saber vos si sos un niño…”
14 No muestra confianza en ellos. "Pagar la cuota es una pérdida de dinero porque no te sale bien”
15 Los “etiqueta”. "Gordito, negra, enano, genio, crack, master”.
16 Los critica. "La verdad no me gusta para nada como te queda", "que feo pelo tenés", "sos un perdedor”
17 No les habla. Es lo que se denomina la “ley del hielo”.