La provincia todavía está conmocionada por la muerte de dos trabajadores hace 15 días que fueron atropellados por un conductor borracho en Godoy Cruz. La semana pasada, tres personas quedaron detenidas por manejar con alcohol en sangre. Y la madrugada de este sábado la historia se repitió: otras dos personas a disposición de la justicia por el mismo motivo.
El viernes 3 de mayo, Santiago Velazquez, de 23 años y efectivo de Tránsito Municipalidad de Godoy Cruz, y Leonardo Alarcon, de 37 años que era Oficial Principal con prestación de Servicio en Policía Vial de Mendoza, fueron atropellados en el Acceso Sur, a la altura del Carril Sarmiento de Godoy Cruz.
Ambos se encontraban en el lugar realizando cortes para desviar el tránsito por un accidente en Acceso Sur y Rodríguez Peña.
El hombre que los atropelló tenía 2.68 de alcohol en sangre, cuando lo permitido para manejar es 0,5.
En las últimas horas, se registraron tres incidentes viales en las localidades de Maipú y Guaymallén, ambos relacionados con el consumo de alcohol al volante.
El primer incidente ocurrió en la intersección del Carril Adriano Gómez y Calle Belgrano, en Maipú, donde un vehículo Citroën C3,conducido por una mujer de 32 años (G. C.), perdió el control de su vehículo y cayó en un zanjón. La conductora resultó ilesa, pero al realizarle la prueba de alcoholemia, arrojó un nivel de 1.22 gramos por litro de alcohol en sangre por lo que fue trasladada a la Comisaría 10.
El segundo y tercer incidente tuvieron lugar en la intersección de la Calle Barón de Holmberg y 25 de Mayo de Guaymallén, donde personal policial realizaba controles. Dos hombres quedaron detenidos.
En el lugar, personal de Vial detuvo un vehículo Fiat Palio conducido por un hombre de 45 años ( R. G.P) y y un vehículo BMW, conducido por un hombre de 43 años (S.F.L) y ambos conductores, al ser sometidos a la prueba de alcoholemia, arrojaron niveles significativamente altos: 2.22 gr/l en el caso del conductor del Fiat y 1.71 gr/l en el caso del conductor del BMW.
El alcohol al volante pone en peligro la vida del conductor, por supuesto, pero lo peor es que pone en riesgo a personas inocentes que no tomaron la decisión de alcoholizarse y manejar. Esas potenciales víctimas pueden ser niños, niñas, madres, padres, adultos mayores.
Quien decide manejar borracho no toma consciencia de que puede destruir a toda una familia, incluso la suya.
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