Una orca, que forma parte de un grupo en peligro de la costa de Washington y Canadá, ha cargado con su cría muerta durante cuatro días, después de negarse a dejar el cadáver.
La madre ballena, llamada J35 por los investigadores, dio a luz el martes en lo que fue inicialmente un momento conmovedor. La madre y el ballenato nadaron juntos esa mañana cerca de Victoria, Columbia Británica, según el Centro para la Investigación de Ballenas, con sede en el estado de Washington. Sin embargo, unas horas después el recién nacido murió.
Cuando el cuerpo se hundió en el agua, la madre lo empujó repetidamente hacia arriba, manteniéndolo a flote durante al menos cuatro días mientras ella y el resto de su manada nadaban.
Ken Balcomb, el fundador del Centro de Investigación de Ballenas, dijo a CNN que, con toda probabilidad, la ballena y su manada sabían exactamente lo que estaban haciendo.
“Sabían que el ballenato estaba muerto. Creo que esto es un duelo o un rito ceremonial realizado por la madre”, dice. “Ella no quería dejarlo, probablemente ha perdido otras dos crías desde hace ocho años”.
Las poblaciones de orcas en el noroeste del Pacífico están disminuyendo, y las estadísticas de muertes de crías y gestaciones viables son impactantes. Esta madre orca es parte de la población de ballenas asesinas que se encuentran en el Océano Pacífico frente a las costas de Canadá y el noroeste de los Estados Unidos. Son aproximadamente 75 ballenas en esta población, y su tasa de natalidad en los últimos años ha sido cero.
Cero, como en el 100% de fracaso de la supervivencia de crías en los últimos tres años. Según el CWR, en las últimas dos décadas, el 75% de los recién nacidos en esta población no han sobrevivido a la “infancia”.
“La causa es la falta de suficiente alimento en su área”, dice Balcomb. “No hay suficiente comida, y eso se debe a razones ambientales”, agrega.
Las orcas comen salmón, y Balcomb dice que varias prácticas humanas han hecho mella en las poblaciones de salmón nativo. Algunas fuentes de energía hidroeléctrica bloquean las rutas naturales de desove del salmón. La sobreexplotación también afecta. Y los criaderos pueden satisfacer las necesidades económicas, pero tienen un precio ecológico.
Todo esto significa, en resumen, que las ballenas no están comiendo lo suficiente. Y sin suficiente para comer, los embarazos no tienen éxito, y los bebés mueren poco después del nacimiento.