Un triste episodio ocurrió en un avión que salió de Barcelona y se dirigía a Buenos Aires, cuando una mujer argentina murió en pleno vuelo este viernes. Si bien personal de la tripulación estuvo durante más de una hora y media intentando reanimarla, el final fatal fue inevitable.
La víctima fatal, de 46 años, subió en España junto a su hija con destino a la Argentina. Viajaban por la aerolínea Iberia Express y en pleno vuelo se descompensó. En un principio se pensaron que podía ser un ataque de pánico, por la sudoración en sus manos y su dificultad para respirar. Sin embargo, luego descartaron esa probabilidad y comenzaron a intentar reanimarla.
Durante más de una hora y media, personal de la tripulación le realizó maniobras de RCP a la mujer para intentar reanimarla. Una vez que el avión aterrizó, personal de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y el cuerpo médico de emergencias aguardaban para asistirla. Sin embargo, ya había fallecido.
A mediados de julio, una mujer holandesa sufrió un paro cardíaco arriba de un avión y un médico argentino le salvó la vida. El episodio ocurrió en pleno vuelo rumbo a Ezeiza y las maniobras de RCP duraron aproximadamente una hora y media.
El hecho ocurrió la madrugada del martes 18 en un avión de la empresa KLM que se dirigía hacia Ezeiza. Venía desde Ámsterdam.
En un momento dado, los pasajeros comenzaron a pedir ayuda porque algo le pasaba a la mujer. El médico Jonatan Mareco (36), oriundo de La Plata, se acercó hasta donde estaba la mujer y notó que no tenía pulso. Comenzó a realizarse RCP. Otra médica que también iba en el avión lo asistió mientras él realizaba las maniobras.
"La mujer no tenía pulso y con lo que teníamos en el avión se hicieron los procedimientos médicos de mantener la vía aérea permeable y ver que no tuviera hipoglucemia", dijo Mareco.
Fue aproximadamente una hora y media de maniobras hasta que el avión logro aterrizar de emergencia en el Aeropuerto de San Pablo.
"Fue terrible porque no sabíamos dónde estaban las cosas, la barrera idiomática, el poco espacio para trabajar y la turbulencia", contó el profesional de la salud.
“Fue terrible porque no sabíamos dónde estaban las cosas, la barrera idiomática, el poco espacio para trabajar, con turbulencia y la gente aglomerada alrededor tratando de mirar”, detalló.
“Con la médica de Chaco usamos el botiquín del avión y el dispositivo de RCP. El avión cumplió con lo básico, aunque ocurrió todo en un marco precario y de poco espacio", aseguró.
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