¿Quién dijo que para disfrutar de una merienda espectacular tenés que gastar una fortuna?.
En estos tiempos, la creatividad en la cocina se vuelve más importante que nunca, y con un poco de ingenio, podés sorprender a tu familia con delicias caseras que no tienen nada que envidiarle a las de la panadería.
Estas galletas no solo son fáciles de hacer, sino que también son súper económicas.
Con ingredientes que probablemente ya tenés en tu casa, podés preparar una merienda que hará que todos se chupen los dedos. Y lo mejor de todo es que no necesitás ser un experto en la cocina para lograrlas.
- 200 gramos de harina
- 100 gramos de manteca
- 100 gramos de azúcar
- 1 huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 100 gramos de chocolate (negro, con leche o el que más te guste)
- Opcional: chispas de chocolate
En un bol, mezclamos la manteca con el azúcar hasta obtener una crema suave. Añadimos el huevo y la esencia de vainilla, y seguimos batiendo hasta que la mezcla esté bien integrada.
Incorporamos la harina de a poco, y mezclamos con una espátula hasta formar una masa. Si vemos que está muy blanda, podemos agregar un poco más de harina.
Si decidimos usar chiscas de chocolate, es el momento de agregarlas.
Dividimos la masa en dos partes iguales y las estiramos con un palo de amasar hasta que tengan un grosor de medio centímetro aproximadamente.
Cortamos círculos de masa con un cortante o con un vaso, y colocamos un pedacito de chocolate en el centro de la mitad de los círculos.
Tapamos cada galleta con otro círculo de masa y sellamos bien los bordes presionando con un tenedor.
Llevamos las galletas a una placa para horno enmantecada o con papel manteca, y horneamos a 180°C durante 12-15 minutos, o hasta que estén doraditas.
Dejamos enfriar antes de disfrutar de estas galletas rellenas de chocolate que van a enamorar a todos.