El ingeniero subrayó el impacto del cambio climático en la región, mencionando que las precipitaciones están aumentando al norte de Mendoza, mientras que al sur tienden a disminuir. Este fenómeno, combinado con temperaturas más altas, genera tormentas más intensas en periodos cortos de tiempo.
“Tenemos que prepararnos para esta nueva situación“, advirtió Toledo. “No es lo mismo que caigan 20 mm en una hora a que caigan 20 mm en 20 minutos. Esa intensidad hace que el sistema no pueda absorber el agua“. Además, explicó que la línea de nieve o isoterma cero está subiendo, lo que favorece lluvias en la montaña en lugar de nevadas, un fenómeno cada vez más común en los últimos años.
Señalización y urbanismo
Toledo también destacó la importancia de la señalización en zonas críticas como el puente del Soldado Desconocido, cerca del Mendoza Plaza Shopping, que frecuentemente se inunda. Aunque esta área ya cuenta con señalización, el ingeniero insistió en la necesidad de marcar más lugares de riesgo y de educar a la población sobre la función hidráulica de las calles.
Finalmente, Toledo hizo un llamado a pensar Mendoza de manera integral, adaptando la infraestructura urbana a las nuevas condiciones climáticas y desarrollando políticas que reduzcan la impermeabilización del suelo. “Es fundamental planificar considerando el impacto del cambio climático para evitar que episodios como este se vuelvan más graves y frecuentes“, concluyó.