El meteorólogo Fernando Jara explicó la diferencia entre ambos términos, cómo se genera este fenómeno y de qué depende el tamaño del granizo.
Durante la mañana de hoy, el Gran Mendoza experimentó una precipitación de granizo de pequeño tamaño. Afortunadamente, no causó daños significativos y estuvo acompañado de abundante lluvia en algunos sectores, especialmente hacia el este de la provincia.
Granizo, no “piedra”
Aunque popularmente se utiliza el término “piedra” para referirse al granizo, el meteorólogo Fernando Jara explicó que el nombre correcto es “granizo”. La diferencia en el tamaño de los granizos depende del desarrollo vertical de las nubes, un factor clave que determina la intensidad del fenómeno. En esta ocasión, las nubes en la región no alcanzaron un gran desarrollo vertical, lo que resultó en un granizo menor y de caída moderada.
Jara explicó que el tamaño del granizo está directamente relacionado con las características de la nube. Cuando estas tienen un desarrollo vertical significativo, pueden alcanzar alturas superiores a los 10 o 12 kilómetros, lo que genera movimientos de ascenso y descenso dentro de la nube. Este proceso, sumado a las bajas temperaturas en altura, facilita la formación de granizos más grandes.
En el caso del Gran Mendoza, las nubes presentaron menor desarrollo vertical, con bases ubicadas a unos 700 u 800 metros de altura. Esto limitó tanto el tamaño del granizo como la intensidad de su impacto al tocar el suelo.
Condiciones actuales y pronóstico
El fenómeno se registró principalmente en zonas no cultivadas durante las primeras horas del día, aunque posteriormente afectó de manera puntual al Gran Mendoza. Según los expertos, este tipo de tormentas se caracterizan por precipitaciones abundantes pero localizadas, con menor intensidad en comparación con tormentas severas que generan vientos variables o núcleos de granizo de mayor tamaño.