Personal de Gendarmería del Escuadrón 27 “Uspallata” rescató este jueves a un zorro gris que era transportado de contrabando en un camión.
Miembros de la Sección “Punta de Vacas” realizaron un control de rutina sobre el kilómetro 1202 de la Ruta Nacional N° 7, detuvieron la marcha de un transporte de cargas. Al requisarlo, hallaron en la cabina un cachorro de zorro gris.
Los funcionarios tomaron contacto con el Juzgado Federal N° 1, Secretaría C, que orientó dar intervención a guardaparques de la provincia y hacer entrega del animal silvestre.
El zorro gris pesa entre 2,5 y 4,5 kg y mide entre 40 a 60 cm, sin incluir la cola que añade otros 30 cm. El color general del pelaje es grisáceo, con zonas de color amarillento, como en la cabeza (la cual además está orlada de blanco) y las patas. La barbilla y la punta de la cola exhiben sendas de manchas negras, en tanto que los muslos y el dorso de la cola presentan una banda de ese mismo color. La región ventral es blancuzca. La forma del hocico es puntiaguda. Las orejas son grandes y la cola es larga de pelaje denso.
La piel de estos animales tiene un gran valor económico, se utiliza para confeccionar abrigos, estolas y otras prendas de lujo. Este interés más la tradicional idea de que se trata de un insaciable devorador de ganado han sido la causa de una gran presión de caza sobre las poblaciones de esta especie.
El zorro gris ha sido perseguido por medios tan diversos como la caza con perros y armas de fuego, las trampas de lazo, de cizalla y el veneno.
Es posible que en épocas de escasez de otros alimentos los zorros intenten capturar corderos o cabritos para alimentarse. De igual modo, las aves de corral también pueden formar parte de su dieta. Sin embargo, los estudios realizados hasta el momento sugieren que la forma más habitual de consumo de animales domésticos por parte de los zorros grises es la carroña.
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