Emoción

"Me voy contento": a un año de la muerte de Gerardo Rozín su familia compartió una carta que escribió antes de morir

El reconocido periodista y conductor falleció de un cáncer cerebral. "Estoy sonriendo. Lloré siempre, pero frente a lo inevitable, lo que llegará en poco tiempo, no me siento con derecho a la queja", dijo entre otras cosas.

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Redacción ElNueve.com
13 de marzo de 2023 | 14:24

Se cumplió un año de la muerte Gergado Rozín y su familia hizo pública una carta que escribió cuando supo que el final estaba cerca. El 11 de marzo cuando el día terminaba, se conoció la triste noticia de que el reconocido periodista y conductor había fallecido tras darle batalla a un cáncer cerebral.

Al otro día, en su velorio, y en redes sociales las figuras de la televisión expresaron todo su dolor por la pérdida de un excelentísimo profesional y mejor persona. En las últimas horas, su familia publicó una carta en la que Rozín dijo que moría en paz. 

La carta completa de Rozín

Paso a decir que me voy contento. Que tengo una hija de diez y un hijo de veinte, y me estoy por morir sabiendo que les dejo la seguridad de que fueron amados. Muy amados. Tienen valores para abrazar y para discutir, pero no arrancan sin ideas. Es un montón. Hemos sido gente de reír mucho, disfrutamos de la ironía y no del sarcasmo. Nos quedaron muchas gracias por hacer juntos, pero se sabe que estas despedidas dejan espacios vacíos.

Estoy sonriendo. Lloré siempre, pero frente a lo inevitable, lo que llegará en poco tiempo, no me siento con derecho a la queja.

No es que no reconozca mis defectos, sino que errores comete todo el mundo y siento que estuve más en el equipo de los buenos que en el de los otros. Tengo algunos orgullos: en la televisión comercial pude hacer ciclos vinculados a los derechos humanos sin que nadie me lo pidiera, buscando esos espacios en la nube del entretenimiento. Y creo que produje algunos momentos emocionantes y graciosos.

Amé de verdad a las parejas que tuve. Y tuve el don de hacer reír mucho a mis amigos. No soy creyente, no me llevo nada, pero les dejo las carcajadas que les arranqué. Soy una de las personas que más los ha hecho reír. Es otro de mis grandes orgullos.

Puedo agregar algunos chistes al respecto pero ciertamente no estoy de humor. Perderlas y perderlos me duele tanto como saben.

Si alguien me extraña en cualquier canción rosarina o uruguaya, en el saxo de Charles Lloyd, en Bowie o en la fe que canta Montaner me van a encontrar. Siempre.

Crecí en los ochenta y me siento obligado a expresar algunos principios una conducta muy en boga por aquellos años: soy judío, socialdemócrata y de central. Ah, en Qué bello es vivir siempre los estoy esperando para compartir una película juntos. Igual, si ven que no aparezco, arranquen a verla ustedes.

Poco para agregar, más por falta de tiempo que de ideas. Digamos que hemos compartido tres temporadas muy decentes y que soy feliz por irme sabiendo que las que producirán ustedes serán aún mejores.

Gerardo.

Gerardo eterno

Los homenajes y reconocimientos llegaron desde todo el país. Al poco tiempo de su deceso, en La Peña de Morfi rindieron homenaje y se difundió un video del periodista, que generó en todos un mar de lágrimas.

En la filmación, grabado en un estudio, aparece el mismísimo Gerardo junto a la banda Dos más uno, “una de las preferidas del periodista”, según contó Jesica. Rozín comienza contando una anécdota sobre su relación con la música, que tuvo desde muy chico cuando descubrió al cantautor Gustavo Cuchi Leguizamón.

“La historia empieza así: me gusta el Cuchi Leguizamón desde muy chico. Yo tenía 12 o 13 y me escapaba en Rosario a ver sus shows o los del Dúo Salteño cada vez que podía. El Teatro Laverdén, con precios muy muy populares, abría cada tanto y yo, medio una locura, iba solito. Como cuentan en Italia con los circos, pero con el Cuchi Leguizamón”, narró el periodista en una sala de ensayo.

“Es como si esa canción me hubiera grabado para siempre, la fui cruzando muchas veces en la vida, vi varias versiones que él fue grabando, siempre con chistes de ciegos... que no vienen al caso”, relató. En ese momento, Gerardo decidió abrir su intimidad por primera vez al público: “Pasaron muchos años, afortunadamente, y me entero de un muy mal diagnóstico. Estoy bajando las escaleras de mi casa, y no me preguntes cómo... después de 30, casi 40 años digo: ‘Me voy... quedando ciego’. Casi como si además del diagnóstico hubiera tenido el pronóstico”.

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