Desde el primero de marzo, entre 100 y 150 abuelos no pueden acceder al servicio médico ambulatorio, por una deuda que tiene PAMI con el instituto de Servicios Médicos Ambulatorios (SEMA). La Organización Civil de Defensa al Consumidor Protectora formalizará un amparo colectivo en la Justicia Federal.
Los afectados no pueden recibir la atención médica en el entorno familiar lo que incide, en los casos terminales, en su derecho a morir con dignidad; como también, en aquellos pacientes que corren riesgo de vida por la exposición de infecciones dentro del hospital.
El SEMA sigue atendiendo a 2000 afiliados que están dentro del sistema, pero se niega a recibir nuevos por la deuda contraída por la obra social desde noviembre. Incluso, aclaran desde la institución que, de no pagarla, los pacientes tendrán que ser absorbidos por el sistema público de la provincia.
El PAMI explica, según El Sol Online, que no ha realizado pagos a la prestadora porque se resolvió auditar algunas facturaciones del año pasado. Pero el trámite se dilató y más ahora, frente a la salida de Carlos Regazzoni.
¿Creés que cuidamos a nuestros abuelos?
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