Un episodio propio de la dictadura militar ocurrió ayer en la zona oeste del Gran Buenos Aires: un grupo de hombres secuestró y torturó a una docente que lleva adelante una olla popular en un colegio que está sin clases por problemas edilicios.
Las maestras venían siendo amenazadas desde hace semanas: habían abierto una olla solidaria para alimentar a los chicos del barrio y habían recibido amenazas como "basta de hacer política", y "no a las ollas populares".
Este miércoles, Corina de Bonis fue secuestrada por un grupo de tareas, le pusieron una bolsa en la cabeza, y le escribieron un mensaje en la panza con un punzón: “ollas no”, se lee en las cicatrices de la mujer.
El episodio, terriblemente violento, despertó el repudio de todo el arco político y los mensajes de solidaridad. Incluso, la Gobernadora María Eugenia Vidal manifestó su acompañamiento desde su cuenta de Twitter y su Gobierno emitió un comunicado repudiando el hecho.
Repudio profundamente la violenta agresión que sufrió Corina De Bonis en Moreno. Mi solidaridad con ella, ya la estamos acompañando con la Dirección de Psicología Social y junto a los ministerios de Seguridad y Justicia estamos trabajando para encontrar a los responsables.
— María Eugenia Vidal (@mariuvidal) September 13, 2018
El hecho, sin embargo, sigue impune: se desconoce quién lo realizó y los docentes están muy asustados, puesto que desconfían de las autoridades policiales.
Es que ya venían recibiendo amenazas mafiosas de tinte político a raíz de su trabajo solidario en los barrios, en una zona cercana a la escuela en la que explotó una garrafa asesinando a dos trabajadores escolares.