"Una gringa laburadora como ella sola, desde muy chiquita trabajó. Los domingos, a las 9 de la mañana ya estaba la casa impregnada de ese olor característico a su tuco y ella amasando unas pastas deliciosas", así describe Norma Valeri a su mamá, Lucrezia Del Mónaco.
El sábado pasado, Lucrezia celebró sus 101 años rodeada de hijos, nietos y bisniestos. Y el lunes recibió el saludo de los periodistas de Viva la Mañana. Norma le contó a ElNueve.com que su mamá vio nacer a Canal 9 Televida, en 1965, y nunca se despegó de la pantalla del Canal de la Familia.
Lucrezia nació en Carzoli, una localidad de la provincia de L'Aquila, en la región italiana de Abruzos, el 13 de mayo de 1922. Se casó en el año 1941 y tuvo tres hijos: Gianni y Pietro "Pierino" Antonio, que nacieron en Italia, y Norma, que nació en Argentina. Lucrezia y su familia llegaron a Buenos Aires el 3 de mayo de 1948 y dos días después se trasladaron a Mendoza, donde se establecieron definitivamente.
"Mi mamá ha sido una mujer muy luchadora, siempre. De chica vivió la desgracia de la guerra, sabe muy bien lo que significa que falte de todo, conoce el exilio", dijo Norma. Es que cuando era solo una niña, Lucrezia se fue de su pueblo natal a Roma para trabajar en una casa de familia y luego, a los 26 años, dejó su país para radicarse en la Argentina.
Acá los recibió un familiar que había venido de Italia un tiempo antes. A fuerza de mucho esfuerzo y trabajo consiguieron establecerse, tener una casa y poder criar a sus tres hijos. La familia no paró de agrandarse y hoy Lucrezia tiene 11 nietos y 26 bisnietos. "Todos le dan muchísimo amor, cuando llega 'La Nonna' todos están encima de ella, todos la homenajean", contó Norma.
Lucrezia ha sido una extraordinaria trabajadora, "intachable, responsable", la define su hija. Además de una gran cocinera, tejedora, madre, esposa, ama de casa, trabajadora. "No sabes lo que son sus pizzas y sus pastas, hace unos agnolottis increíbles, unas pizzas que todo el mundo se las halaga".
Ella acompañaba a su marido a trabajar a la fábrica de conservas y con eso se abastecía de harinas, lentejas, garbanzos y demás productos para pasar el invierno.
Los domingos Lucrezia y su marido se levantaban muy temprano a cocinar para la familia. "Tuvo un matrimonio muy lindo, mi papá era un hombre buenísimo. A ella siempre le gustó comandar todo, es bien autoritaria, como buena taurina", agregó Norma.
En el 2004, Lucrezia enviudó y se fue a vivir con su hija. Son muy compañeras y si bien tiene algunas afecciones en la vista, el oído y la cadera, "está súper lucida, se acuerda de todo, fechas, números, años. No se le escapa una".
En un video, Lucrezia le reveló a sus nietos que el secreto para llegar a los 100 años es "comer de todo, salame, mortadela", dijo entre risas. En esas breves imágenes, ella comunica mucho más de lo que cree. Está transmitiendo lo alegre que es y el sentido del humor que tiene, lo que puede hacer presumir que es el verdadero secreto de la longevidad, además de la importancia de darse los gustos.
Durante muchos años, ella también realizó una práctica milenaria: fue 15 años a yoga. "Se iba y se venía caminado, eran unas 15 cuadras. Si bien ya era una mujer grande nunca faltaba y a eso se debe la elasticidad que tiene ahora", sumó Norma.
Cuando Canal 9 Televida inauguró en Mendoza, Lucrezia ya llevaba en la provincia 17 años. Su hija Norma contó que era fanática de las novelas y de los noticieros del canal de la familia.
Actualmente, su familia sigue el legado, y Norma también es una asidua televidente. "Yo soy fanática de Sebastián Goiburo. Es un chico amoroso, lo veo que es tan buena gente, me encanta, y la pareja que tiene es hermosa. Se ve que son tal para cual".
"También me gusta mucho Emanuel Vergara, lo conozco de chico porque mi hija iba al colegio con su hermana y mi yerno, con él. También lo sigo mucho a él".
Norma contó que toda la vida estuvo encendida en su casa la pantalla de Canal 9 Televida.
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