"Son los artistas del siglo XXI, los entiendas o no". La frase es de Carlos, papá de Zoe, que con 13 años logró que sus padres viajen desde Goya, Corrientes, para traerla a conocer "en persona" a sus ídolos, los youtubers. Como ella, 15.000 chicos asistieron a la 5° edición del Club Media Fest, que se hizo en la Rural.
Este festival internacional reunió en un escenario a esta generación de creadores de contenidos nacidos en Internet, y los asistentes pagaron para entrar desde $ 800 a $3000. Así lograron ver en vivo a los youtubers más importantes de habla hispana a nivel global. Para el alivio de los adultos hubo un "ticket padre" de $200.
Diario La Nación explicó que el encuentro empezó con la actuación de los tres máximos exponentes de los youtubers: Rubius, Mangel y Alexby. Estos jóvenes tienen un gran poder de convocatoria y generan una energía entre sus seguidores parecida a la que se desata en los conciertos de rock.
Los youtubers hablan sobre videojuegos, maquillaje, baile, ropa, amigos, salidas, música, humor, sus miedos e inseguridades.
El campo del predio de la Rural muestra una foto homogénea. Padres desorientados con hijos emocionados y grupos de adolescentes con celular en mano para registrar todo lo que pasa.
El evento es maratónico, casi diez horas de una sucesión de youtubers en el escenario, músicos en espacios alternativos, paneles con charlas brindadas por los mismos artistas, zonas exclusivas para sacarse fotos o pedir autógrafos a personajes, que son desconocidos para un adulto: Caeli, Luzu, y Yellow Mellow, entre otros.
Estos creadores de contenidos digitales fueron reunidos por José Massa, fundador en 2015 de Club Media Network. Para él, "el nuevo paradigma de esta generación es la prueba y error. Son los punks de esta década".
Desde su empresa maneja la carrera de más de 600 artistas en América latina, en un formato más parecido a una incubadora de talentos que de representación artística tradicional.
"No les digo lo que tienen que hacer ni cómo hacerlo, les brindo las herramientas y las facilidades, los aconsejo y asesoro sobre sus cualidades y el negocio, los impulso a hacer, pero ellos deciden qué y cómo hacerlo", dijo.
Y agregó: "Los chicos no hacen las cosas por dinero, el dinero es producto de lo que hacen y la masividad que generan. Todos hacen lo que les gusta".
Magalí Castagno es de Haedo y siempre quiso bailar y actuar. Se cansó de ser rechaza en castings y decidió abrir un canal en YouTube. Tuvo éxito al subir la primera coreografía explicada en español de la canción "Sorry" de Justin Bieber. Hoy tiene 400.000 suscriptores, 7 millones de visualizaciones y vive de todo lo que genera su canal.
Luzu es de Getxo, una ciudad perteneciente al País Vasco. Como joven empleado en Paramount Madrid le rechazaron la idea de crear un canal de YouTube para recomendar contenidos. Renunció, creó su canal Luzugames en 2013 y hoy tiene 7 millones de seguidores, más de 1000 millones de visualizaciones y está en la Argentina para compartir escenario con otros youtubers: "No trabajé nunca más desde el día que decidí dedicarme a lo que me apasiona, de lunes a lunes sin parar".
Los padres siguen con cara de desorientación, pero hacen su parte para entender el fenómeno. Como Agustín, papá de Juana y Belén, mellizas de 11 años y consumidoras de contenidos de humor y videojuegos: "Somos muy cuidadosos de lo que ven las chicas. Cambiaron los contenidos, las plataformas. Hay que hacer el esfuerzo de conocer lo que miran, pero también relajar un poco si no, te estresás".
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