Desde el 25 de enero que las autoridades provinciales advirtieron a la población por el aumento del caudal en el Río Mendoza. Lo cierto es que, esta temporada, se debieron abrir las compuertas del embalse Potrerillos para mantener su nivel, por lo que el agua se drenó hacia el río.
Muchos se vieron sorprendidos, cuando el caudal de agua llegó a zonas que estaban completamente secas hace más de una década. Se trata del departamento de Lavalle. Las imágenes son mas que elocuentes, cientos de animales corrieron a la ribera para beber nuevamente de ella, toda una generación que no había visto, lo que solo quedaba en los recuerdos de algunos pobladores de la zona.
Los brazos del río y algunas lagunas que siempre vieron secas y vacías, repentinamente tenían agua, otra vez. Además, justo en medio de una extensa y larga ola de calor con temperaturas que alcanzaron los 40°, fue un alivio para los puesteros que ya no sabían cómo mantener a sus animales debido a la falta de agua que sufren desde hace años.
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El secano lavallino es una región árida y desértica, donde la agricultura y la ganadería son muy difíciles de sostener. Los puesteros que habitan estas tierras han tenido que enfrentar la pérdida de sus cosechas y sus animales por la falta de agua, y muchos han tenido que emigrar o depender de la ayuda del gobierno. La situación era tan crítica que se llegó a declarar la emergencia hídrica en el año 2017.
Pero este año, algo cambió. El invierno fue muy generoso en nevadas, y el verano trajo consigo un gran deshielo que alimentó el cauce del río Mendoza. El agua empezó a correr por lugares donde hacía años que no se veía, y las lagunas que estaban secas o con muy poco nivel se llenaron de nuevo. Esto fue una bendición para los animales, que pudieron beber y refrescarse, y para los puesteros, que recuperaron la esperanza de poder seguir viviendo de su trabajo.
El paisaje cambió rotundamente de un día para el otro, “la alegría que tenemos hoy de volver a contar con agua en el río es una satisfacción que no se puede explicar”, contaba Rolando Villegas a las pantallas de Noticiero 9.
Algunas de las personas apuntaron que ya habían perdido las esperanzas de que el agua volviera a llenar el río, pero había que tener fe hasta que sucedió, ya que se trata de un “recurso vital para la comunidad. Agua es vida”, recalcaron los pobladores.
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