(Eva Rodríguez)
Todos alguna vez nos hemos preguntado, ¿existe la suerte? ¿Qué tiene de especial la gente que tiene buena suerte?
Es real, hay gente que tiene muy pero muy buena suerte:
-Nunca se les rompe el auto,
-no demoran en los trámites,
-no se enferman,
-siempre salen bien en los exámenes
Seguro conocés a alguien así. ¿Cuál es su secreto? ¿Qué hacen estas personas para tener esa atracción al éxito?
La buena suerte es un encadenamiento de sucesos de forma casual, imprevista, que dan resultados positivos.
Las personas que creen en la “suerte”, piensan que no importa lo que hagas, si te acompaña la suerte te va a ir bien… o mal…!
Por ejemplo:
*tiene tan buena suerte que dejó de llover cuando llegó a la playa.
*tiene tan buena suerte que le tocan siempre las bolillas que había estudiado.
*tiene tanta suerte que siempre encuentra estacionamiento.
Pero la lista no termina ahí, y le atribuimos a la suerte cosas que en realidad son muy poco aleatorias y más bien dependen de nuestro esfuerzo, como por ejemplo:
*la salud: “tiene suerte de tener tan buena salud o buena genética”,
*el trabajo: “vos tenés suerte porque el jefe te aprecia”
*la relaciones afectivas: “que suerte que tu pareja es tan buena persona”
*la crianza: “que suerte que tus hijos comen fruta”
¿De qué hablamos cuando hablamos de suerte?
Aclaremos lo siguiente: más allá de que la suerte, eventualmente, pueda acompañarnos y se conjuguen una serie de factores casuales para darnos una manito, la mayoría de las veces que hablamos de suerte en realidad estamos hablando de:
Mientras muchas veces estamos invirtiendo tiempo y energía en pensar cómo puedo tener más suerte o atraer a la suerte o que ritual o amuleto puedo usar que me traiga suerte… no estamos usando tiempo y energía en crear las condiciones para lograr eso que es lo que queremos alcanzar.
Las personas que tiene buena suerte ES POR ALGO: es porque HACEN COSAS que influyen en eso que finalmente sucede.
Por ejemplo: no es suerte que mis hijos adolescentes hablen conmigo y me cuenten sus cosas. Yo fomenté el diálogo, yo hablo de mis cosas también y me intereso por sus intereses.
En general, en la vida cotidiana, cuando nos encontramos frente a un evento, no nos encontramos frente a algo “bueno o malo”. Nos encontramos frente a algo neutro. Y somos nosotros mismos los que con nuestra actitud y postura determinamos que es una desgracia.
Cuando criticamos y nos quejamos por todo, cuando agrandamos los problemas, cuando exageramos el malestar, estamos creando una profecía autocumplida. Yo tengo mala suerte, a mi todo me sale mal, ¿qué pasa?? Probablemente estás construyendo el camino para que todo te salga mal.
-Por un lado: trabajar duro! Si es que depende de vos el resultado que estás buscando
-Por otro lado: ajustar tu actitud si es que eso que estás buscando no depende tanto de vos, que
sea una actitud positiva y llena de gratitud por lo bueno que ya tenés.
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