En 1941, la empresa que luego se transformaría en DC Cómics, decidió crear una heroína con la fuerza de Superman pero con atributos femeninos. Está dotada de una amplia gama de poderes superhumanos y habilidades de combate de batalla superiores y posee un gran arsenal de armas, entre las principales, el lazo de la verdad.
Cuando nació la Mujer Maravilla, nació uno de los tres íconos del universo DC, junto a Batman y Superman.
En sus primeras apariciones se confirmó que su nombre es Diana y es la campeona de Themyscira, el hogar de las Amazonas inmortales, una sociedad matriarcal sin hombres. Su madre, la reina Hipólita, la esculpió en arcilla y los Dioses Olímpicos le dieron la vida.
Luego, los cómics la incorporaron a La Liga de la Justicia de América, junto a Batman, Superman, Flash y Aquaman, entre otros personajes fluctuantes.
En la década del 70, la Mujer Maravilla fue llevada a la pantalla chica. Lynda Carter fue la actriz que se encargó de la interpretación de la heroína, papel que quedó en el recuerdo de todos, no sólo por la aparición de una mujer como protagonista y héroe, sino también por la belleza de Carter.
Este jueves se estrenó en el cine la versión para pantalla grande de La Mujer Maravilla, con Gal Gadot como actriz principal. Los críticos la han definido a la película como una de las mejores del Universo DC.
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