La embalsamaron viva por culpa de un doctor

Ekaterina Fedyaeva, tenía 27 años, vivía en Ulyanovsk, Rusia y falleció porque los médicos le colocaron formalina, una solución que contiene formaldehído, en lugar de solución salina.

La mujer estaba en el hospital para una cirugía de rutina cuando le inyectaron la formalina, una solución que es inyectado en las venas de los muertos para evitar la descomposición.

Ekaterina estuvo conectada a un respirador artificial sufrió horrible dolores y convulsiones durante dos días y su corazón dejó de latir varias veces. Fue trasladada a otro hospital en Moscú, donde despertó brevemente del coma, antes de morir por una falla orgánica múltiple.  

Sus padres, Galina e Igor Baryshnikova van a demandar a los médicos por asesinato.

“Sus piernas se movían, tenía convulsiones, todo su cuerpo temblaba” contó su madre.

Aseguró que ningún doctor vino a verla a pesar que estaba saliendo de la anestesia. “No teníamos idea que era formalina. Ahora entiendo que la formalina estaba comiendo su cuerpo desde adentro”.

La mujer asegura que le rogó a los médicos que la ayudaran pero le dijeron que se fuera a su casa. “Creo que querían que me fuera a mi casa para esconder todo”.

Ekaterina fue llevada a cuidados intensivos, y su situación se deterioró. “Después de 14 horas de la cirugía ella estuvo con la formalina en su cuerpo y no hicieron nada” denuncia la mujer, que asegura que ellos supieron siempre que se habían equivocado de solución.

Cuando los padres la trasladaron de hospital comprendieron lo que le había pasado a su hija.

Los médicos le inyectaron más de 52 drogas diferentes para tratar de salvarla, pero nada pudieron hacer.

Ekaterina fue enterrada el pasado 7 de abril. Mientras tanto la Policía inició una investigación para determinar la responsabilidad de los médicos.