Karen Asenjo Cruz y Ailín Parola tienen 20 años y una sonrisa eterna. Ellas son sordas, fueron diagnosticadas a muy corta edad y las dos se han vuelto inseparables.
El camino no fue fácil, pero con mucha dedicación y esfuerzo resultaron electas abanderada nacional y escolta provincial, respectivamente, del Colegio Nicolás Avellaneda.
Sus mamás coinciden en que ellas sabían de sus altos promedios, pero que nunca se imaginaron algo así. Coinciden también en el orgullo que sienten y la emoción.
Las chicas cursan a contraturno en la Escuela EINNO (Educación Integral del niño no oyente) para reforzar contenido y cuando salen de clase, siguen estudiando.
Pero no es todo estudio en la vida. Fuera de cámara y con miradas cómplices, cuentan que les encanta ir a bailar. Sus mamás cuentan sobre sus medios, pero saben que ellas tienen que vivir esas cosas como toda adolescente de su edad.
Karen y Ailín se sienten felices con sus logros y saben que pueden mucho más. Las dos quieren ser profesoras, una de matemáticas y otra de arte. Karen es clara cuando lo dice "se puede aprender, se puede estudiar