El Rey León es una película de 1994 que se convirtió en un clásico y marcó las infancias vida de varias generaciones. El filme original fue dirigido por Roger Allers y Rob Minkoff. Cuenta la historia de Simba, que tras la muerte de su padre deberá enfrentarse a su tío para recuperar el trono de Rey de la Selva. Timón y Pumba son dos simpáticos animalitos que lo acompañarán en su misión.
Y para quienes las vieron hace casi 30 años, hacemos un repaso. La película cuenta la historia de Simba, un pequeño león que se convertirá en el Rey de la Selva cuando sea grande y a quien su papá, Mufasa, comienza a preparar desde chiquito para semejante tarea.
Mufuasa es un padre ejemplar al que es imposible no admirar y hasta querer. Es cariñoso, protector, dulce pero firme, correcto, con valores extraordinarios, buen esposo. Mufasa se roba los corazones de los espectadores rápidamente.
Simba es simpático, travieso, aventurero. Ni más ni menos que un niño que quiere descubrir el mundo, explorar.
Un día, Mufasa llevó a Simba a un sitio, en lo alto, y le mostró la zona a la que nunca debía ir. Allí dominaba Scar, el hermano menor y envidioso de Mufasa, cuyas amigas son unas malvadas hienas.
Engañado, un día Simba va a esa zona. Cuando Mufasa advirtió el peligro corrió a buscarlo. Se enfrentó con Scar, tuvo la posibilidad de matarlo, pero no lo hizo y prefirió darle solo una lección para que no se meta con su hijo. Sin embargo, en la revuelta, Scar logró dominar la situación y cuando tuvo la oportunidad sí lo mató.
Simba llega hasta él muerto de miedo y hace todo por despertarlo. Pero Mufasa está muerto.
Quien haya visto la película sabe que esa parte es un puñal al corazón de los espectadores. No hay forma de no conmoverse. Bueno, a este perrito que se viralizó en las redes sociales le pasó exactamente lo mismo.
En las imágenes compartidas en las redes se ve como el perro se conmueve ante el dolor de Simba y expresa su dolor.