La muerte de Poppi Worthington sigue conmocionando por su brutalidad a medida que avanza el juicio y se conocen detalles de la investigación. La pequeña vivía con su papá, su mamá y sus hermanos en Kendall, Cumbria, una pequeña localidad inglesa.
Esta vez la noticia se focaliza en la autopsia, tras que los médicos forenses dieran a conocer las imágenes de la cama de la niña donde su padre la habría violado cuando colapsó y murió con sólo 13 meses el 12 de diciembre de 2012.
La médica que realizó la autopsia, Alison Armour, informó que no hay posibilidad de que la muerte de la pequeña haya sido por causas naturales. Entre las heridas que sufrió, están el daño interno a sus órganos reproductivos, así como daños en su conducto anal.
“No hay evidencia que sus heces o una constipación pueda haberle causado el daño interno a la niña. La investigación muestra que Poppi fue penetrada antes de su muerte”. Además tenía su pierna fracturada en dos partes hay evidencias de cortes y moretones en todo su cuerpo.
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Ahora se conocieron en la Corte las fotos de bsu cama, donde fue encontrada inconsciente y sangrando luego de que su padre abusara de ella, a pesar que de él se niega a contestar sobre su muerte y que encontraran ADN de Poppi en sus genitales.
Paul Worthington fue acusado de abuso sexual, pero no fue encarcelado debido a problemas con la investigación: la Policía perdió evidencia clave. El hombre evitó contestar las preguntas del interrogatorio, excepto en la cual le pedían describir a su hija “Animada. Burbujeante. La más feliz de sus hermanos. Matona, en su propia pequeña manera”.
En el momento de su muerte, la madre de Poppi estaba durmiendo en la planta baja y se despertó por un grito, tras lo cual vio a su ex marido bajando a buscar un pañal nuevo.
Poco después, el Paul Worthington corrió escaleras abajo sosteniendo a su hija sin vida y gritándole a su ex pareja que llamara a una ambulancia. Poppi se desangraba y estuvo así durante más de 15 minutos hasta que llegó la ambulancia. Una hora más tarde, moría en el hospital.
El padre no quiso responder a las directas preguntas que le hicieron en la Corte como tampoco quiso aclarar los datos que lo incriminan.
La evidencia, que incluía el pijama de la niña y una computadora del hombre donde veía pornografía, se perdió. Esto hizo que no pudieran encarcelar al acusado.
El juicio continúa y aún no se sabe cuándo se hará justicia por la pequeña.
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